El acto fue encabezado por Matías Gallastegui, referente de El Hormiguero, quien declaró que la Casa “será un lugar en donde podamos abrazarnos en hermandad y solidaridad para plantear un horizonte sin neoliberalismo y de unidad latinoamericana”. Del acto también participaron la legisladora porteña María Bielli y el senador nacional Mariano Recalde, quién hizo referencia a los 400 mil migrantes que votarán por primera vez en CABA: “Migrar es un derecho, y votar también es un derecho. A través del voto tenemos que pelear por todas las cosas que la ciudad puede dar a sus habitantes, que recibimos de todo el mundo, y particularmente de nuestra Patria Grande”.

A continuación, transcribimos la entrevista realizada a Yefry Mosquera Solís, migrante peruano y coordinador de la Casa Migrante.

¿Por qué migraste a la Argentina?

El motivo por el que migre a la Argentina es por estudio, porque en Perú las universidades son públicas, pero no gratuitas y el ingreso es por un examen que considero muy arbitrario. Yo provengo de una familia de clase media y aunque trabajaba no podía costearme los estudios. En abril de 2012 llego a la Argentina y me fui a vivir a la Villa Rodrigo Bueno, en la Costanera Sur, donde ya vivía mi tía.

Estando ahí es que conozco a los compañeros del Hormiguero que me ayudaron a entender ciertas lógicas del mundo universitario argentino. Hoy estoy en tercer año de periodismo en la Universidad de Avellaneda. En Perú la entrada a la universidad es restrictiva, hay un guardia en la puerta y sin tu credencial de estudiante no entras. Aquí, lo que me voló la cabeza es que la universidad tiene las puertas abiertas y que cualquier persona, de cualquier clase social, puede entrar y estar. Eso me sorprendió.

¿Cuáles son las principales problemáticas que deben afrontar las personas migrantes en la Argentina?

Primero hay que entender que todo migrante de alguna manera es expulsado de su país de origen, nadie migra por que sí. Yo vine expulsado por el sistema educativo peruano. La primera problemática del migrante tiene que ver con la vivienda. Por lo general los migrantes primero van a algún lugar conocido, de parientes o amigos, pero eso es un paso breve porque luego tienen que vivir solos o en comunidades. El lograr una vivienda es un gran desafío para el migrante, porque no tenemos un acceso directo a la vivienda.

También otra dificultas es la cuestión de la documentación. Cuando yo llegue en el 2012 y decido quedarme saco el DNI para extranjeros, pero mi tía, que ya estaba hace treinta años nunca había tramitado el DNI por ser de difícil acceso y costoso. A partir de ahí, mi familia empieza a “legalizarse” y entrar al sistema con el DNI. Gracias al trabajo de Néstor Kirchner y la derogación de la Ley Videla las comunidades migrantes accedemos al derecho de tener un DNI.

Vivienda, documentación y trabajo son las grandes problemáticas a resolver por los migrantes. También, para otras comunidades que no hablan español el idioma es una dificultad. Lo cual se traduce en un desafío educativo.

¿Cómo es en general la situación del inmigrante con el mundo laboral en la Argentina?

Por lo general, accedemos a trabajos informales por no tener el DNI. Bachero, camarero, delivery, son los trabajos más fáciles de encontrar porque no demanda tener documentación, pero tampoco te otorgan todos los derechos laborales y de salud. Por eso, muchos migrantes que van a vivir en barrios populares, su primer acceso al trabajo es en la construcción, en los oficios, pero en forma muy precarizada.

Con respecto a los migrantes con una profesión está el problema de convalidación de sus títulos porque los trámites son muy largos y engorrosos, cuestión que durante el macrismo se agudizó. Esto hace que los profesionales migrantes caigan en laburos informales y precarizados también. Yo creo que debería existir un acceso más directo a la cuestión laboral para el migrante que evite la precarización laboral.

¿Cómo es la relación del migrante con el Estado Nacional y con el Estado de CABA?

Sobre las comunidades migrantes que vivimos en CABA hay dos miradas. Para el gobierno de Larreta los migrantes existen para las festividades de las colectividades y nunca nos ha entendido como sujetos de construcción política, económica, social o cultural, como tampoco concebirnos como un sector que puede ayudar a transformar la sociedad. Por eso cuando se alineó en el 2015, Larreta en CABA, Vidal en Provincia de Buenos Aires y Macri en el gobierno Nacional, la mirada sobre el migrante fue muy expulsiva, discriminatoria y xenófoba como se expresaba en el DNU 70/17. Gracias a la movilización militante se pudo frenar la construcción de una cárcel diferencial para migrantes de clara mirada discriminatoria y racista. Las nacionalidades no delinquen, no hacen las personas y los motivos pueden ser varios.

Con el Estado Nacional actual tenemos gratitud por la derogación de la Ley Videla y la Ley 25871 promulgada por nuestro compañero Néstor Kirchner y la cual nos coloca en un piso de igualación de derechos e igualdad de oportunidades, de regularizar nuestra situación y acceder todos los programas de inclusión que siguieron con Cristina. Y ahora con la vuelta del peronismo con Alberto se sigue con el fortalecimiento a las comunidades migrantes.

¿En qué consiste la Casa Migrante? ¿Para qué se abre?

Es un proyecto colectivo que nace desde el Frente Migrante de la organización El Hormiguero con el objetivo de poder contar con un lugar de encuentro de las diferentes comunidades migrantes. Es un espacio diverso, crítico y solidario para el migrante que habita la Ciudad.

Busca ser un lugar que fortalezca nuestras raíces de origen, pero también ser parte de una construcción política colectiva. Queremos ofrecer herramientas que faciliten la inclusión del migrante en términos de trámites, vivienda, asesoramiento jurídico, etc. El principal objetivo es que el migrante acceda a resguardo del derecho a su identidad obteniendo el DNI porque esto habilita a una diversidad de derechos y a entrar a un circuito laboral diferente. La Casa del Migrante es parte de la invitación a soñar una patria diferente como nos propuso Néstor Kirchner.