Por Ariel Miño*

Con mucha demora y sumándole el pedido de prórroga, el ejecutivo provincial presentó en los últimos días de cieimbre a la legislatura el proyecto de presupuesto bonaerense 2019. Este se encuentra atado a los lineamientos macroeconómicos pautados en el presupuesto nacional, que da cuenta un escenario económico y social sumamente negativo este año con estimaciones desfavorables y pesimistas. En esta sintonía, el gobierno de la provincia de Buenos Aires estima alcanzar el “déficit cero”, que impone la política económica dirigida y sugerida por el FMI a la Argentina para asegurar el pago de la deuda externa contraída por el gobierno nacional, generando un aumento significativo de la conflictividad social bonaerense, como consecuencias de los ajustes que se exigen en varios rubros con “sensibilidad social”.

Es dable destacar, que tanto los ingresos como el gasto crecen levemente por debajo de la inflación proyectada (31,8% y 32,8% versus 34,8%), es decir que caen en términos reales.

De acuerdo a dicha proyección de evolución de precios internos, la caída real interanual en los ingresos de la provincia será del -2,2% en 2019.

El ajuste real interanual en el gasto total bonaerense alcanza el -1,5%. De este modo, el recorte de las erogaciones alcanza $13.983 millones. El resultado primario (antes del pago de intereses) se reduce en términos reales a casi a la mitad respecto a 2018 (-48,9%). Pero, al considerar los servicios de la deuda el déficit financiero se incrementa en un 18,2% real. De esta manera el Déficit Financiero será de $-40.161 millones de pesos.

Además, desde el 2016 la trayectoria de endeudamiento de la provincia de Buenos Aires tomó un ritmo vertiginoso. Esta se contrajo mayoritariamente en moneda extranjera, de manera innecesaria dado que la provincia no necesita dólares para llevar a cabo sus gastos, y en un contexto riesgoso de devaluación, dejando expuesta a la provincia a los vaivenes cambiarios.

Gráfico: ENDEUDAMIENTO PÚBLICO PROVINCIA BUENOS AIRES 2016-2019 (EN MILLONES DE PESOS)

A resultas del inédito proceso de endeudamiento el stock de deuda se incrementó en un 108,6% entre 2015 y 2017, un incremento real del 17,3%. Así en la gestión de Vidal la deuda pública en los tres primeros años de gobierno casi llega a triplicarse en pesos (+280,3%), y en términos reales lo hizo en 61,3% (tomando la inflación oficial proyectada para 2018).

El sendero de este proceso de endeudamiento provincial bajo la gestión de la Alianza Cambiemos, el gobierno  proyecta endeudarse aún más en 2019: $102.425 millones, un 37,6% superior al aprobado en el presupuesto 2018 (+2,1% en términos reales). Este ítem incluye $30.034 millones de deuda de corto plazo y $72.390 de largo plazo.

En el marco de ajuste del presupuesto nacional y la definición de trasladar gastos hacia las provincias pautadas en el acuerdo con el FMI, el ejecutivo bonaerense también proyecta hacer lo propio con los municipios. Se trata de una transmutación regresiva del Estado en todos sus niveles, a partir de las transferencias de responsabilidades junto con el desfinanciamiento, que implica un fuerte condicionante a las finanzas de las comunas.

• El presupuesto bonaerense 2019 transfiere los aportes compensatorios al CEAMSE a los 33 municipios del AMBA que utilizan sus servicios, por un valor de $2.534 millones.
• Se transfieren a los Municipios los costos de subsidios a la tarifa del transporte automotor, alcanzando un estimado total de $2.450.
• Se transfiere a los Municipios los costos de subsidios a la tarifa social energética, por un monto estimado de $8.000.
• Se suman al recorte del Fondo Solidario Provincial en 2018, y su desaparición en 2019. Esto impacta directamente sobre los municipios recortando los fondos asignados a la obra pública municipal, los 135 distritos bonaerenses a partir del 2019 dejaran de percibir.

El presupuesto que pregona el FMI, y que el Gobierno nacional replica en las provincias, afecta seriamente a la Provincia de Buenos Aires que, a su vez, la eliminación del Fondo Sojero, de los subsidios a los servicios públicos y su traspaso a nivel provincial y local, la parálisis de las obras de infraestructura, sumado a la caída de la actividad económica y el deterioro de las condiciones de vida, profundizan el ajuste y la exclusión social y condicionan a los municipios bonaerenses.

Es decir, la importancia que induce la gobernadora Vidal, solo se sustenta en la obligación del pago de la deuda, la continuidad y profundización del deterioro económico que perciben en la mayoría de los distritos. Sobre todo, donde la partida que más se incrementa es la de intereses de la deuda y si no fuera por el rol activo de muchos de los gobiernos locales comprometidos con políticas de contención social la situación podría ser aún mucho peor.

El gobierno de la alianza Cambiemos en la provincia de Buenos Aires quebró al Estado de bienestar, dejando de lado a los ciudadanos, a trabajadores y a las industrias, sin servicios públicos eficientes y a los municipios en una doble presión al frente de las demandas más urgentes de la población y con menos presupuesto.

*Doctor en Gobierno y Administración Económica. Docente del Instituto de Ciencias Sociales y Administración, Investigador Fundación Generación del Sur.