UNIDAD, DEBATE Y ORGANIZACIÓN
02 de septiembre de 2020
Por Juan Miguel Gómez Parodi *
Nos encontramos en un momento inédito en la historia de la humanidad, marcado por una pandemia en un mundo globalizado e hiperconectado.
A este contexto global, se le suma la realidad de nuestro Continente marcado por procesos políticos de democracias de baja intensidad, que aun con escasa legitimidad de origen logran llevar adelante la agenda de los sectores económicos más concentrados y una manifiesta política de desintegración regional.
Podríamos ahondar, en las condiciones en las cuales nuestro gobierno encontró el país en materia de endeudamiento y desmantelamiento del aparato productivo, pero lamentablemente es una película de terror que todos los argentinos y argentinas vimos y conocemos el final.
Es imposible profundizar el análisis de la coyuntura sin tomar en cuenta estas tres dimensiones que condicionaron los primeros meses del gobierno de Alberto Fernández. Pero también es imposible, pensar una estrategia política para el peronismo cercados por el posibilismo de un contexto profundamente desfavorable para el movimiento nacional.
En los últimos meses, asistimos a debates internos muchas veces reflejados en los medios de comunicación. Vimos como distintos sectores de la coalición de gobierno, se expresaron públicamente en contra de políticas adoptadas por Alberto Fernández, e incluso como el propio Alberto contestaba públicamente a esos cuestionamientos.
Este escenario político es novedoso para gran parte de la militancia peronista, los últimos tres mandatos del peronismo en el poder estuvieron marcados por liderazgos consolidados y con una clara iniciativa política. Primero Néstor y luego Cristina, articularon su gestión de gobierno desde iniciativas políticas tomadas por un núcleo de conducción muy reducido, el resto del arco político propio se enteraba de estas decisiones cuando tenia que defenderlas, o en la calle o en los medios.
Hoy nos encontramos frente a un esquema completamente distinto de toma de decisiones, ni peor ni mejor, distinto. La derrota política que significo el triunfo de Macri y la voracidad con la que los grupos económicos desarrollaron su agenda durante cuatro años, nos obligo a proponerle a nuestro pueblo una coalición mucho mas amplia que la que expresa el liderazgo de Cristina. Sin la voluntad política de Cristina de construir esa coalición hubiera sido imposible ganar las elecciones, pero el funcionamiento de esta coalición y como se desarrollan en su seno las tensiones con los grupos económicos significan un desafío para todos los que soñamos con un proceso de avance del campo nacional que nos permita enterrar al neoliberalismo.
Los militantes peronistas tenemos muchos desafíos por delante. El primero es pensar una estrategia política y de discusión publica para garantizar que el rumbo del gobierno de Alberto y de Cristina se parezca mucho a más a la Patria que soñamos pero que fundamentalmente se parezca a lo que le prometimos a nuestro pueblo en la ultima campaña electoral.
Indefectiblemente necesitamos que esta disputa por el rumbo del proyecto nacional sea acompañada por una estrategia de poder de la militancia referenciada en los actores políticos que garantizan que el proyecto no claudique frente a los intereses de los grupos económicos. Estas referencias tienen nombre y apellido, son Máximo y Cristina.
Es imposible que desarrollemos ninguno de estos objetivos sin garantizar la unidad de la coalición de gobierno. El proyecto político de los grupos económicos termino su gobierno con un piso electoral altísimo, un dispositivo de movilización y una economía hiper concentrada en favor de sus intereses. El gobierno de Alberto y Cristina representa el ultimo dique de contención para una restauración neoliberal.
Los últimos gestos de mauricio Macri, en particular su festejo twittero a la marcha del 17 de agosto, nos dan otra pauta para pensar la coyuntura. En sintonía con lo que ocurre en la Región es probable que no sean los limites de la democracia donde se termine dirimiendo esta disputa por la hegemonía de nuestro país. Tenemos que repensar la organización del movimiento nacional para dar respuesta a una estrategia de radicalización de los representantes políticos de los grupos económicos.
* Diputado bonaerense, Secretario General de la JP Descamisados y Consejero de Juventud del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires.