Oveja Negra

UN GOBIERNO AL SERVICIO DEL EXTRANJERO


23 de abril de 2017

Oveja Negra

En los próximos días Mauricio Macri visitará a Donald Trump en los Estados Unidos. El mismo Mauricio Macri que condenó al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela bajo la sentencia de dictadura. Aquél que  junto a Temer, el presidente de Brasil que nadie eligió, exigieron a Nicolás Maduro que convoque elecciones anticipadas para poner fin a su gobierno.

¿Acaso Mauricio Macri condenará a Estados Unidos por su escalada belicista en Siria y el mar de Corea? ¿Acaso le transmitirá el dolor ante la muerte de cientos de miles de ciudadanos en Libia, Siria, Irak, Afganistán y África causadas por Estados Unidos en los últimos años? ¿Acaso rasgará sus vestiduras por la democracia en Estados Unidos, donde alguien puede ser presidente con menos votos que su competidor? La respuesta es no.

Macri expresa la síntesis contemporánea del tradicional gobierno oligárquico: fuerte con los débiles y cobarde ante los poderosos.

A Macri le importan tres carajos la democracia y la soberanía de los pueblos del mundo. Su gobierno, plagado de gerentes de grandes corporaciones, expresa la síntesis contemporánea del tradicional gobierno oligárquico: fuerte con los débiles y cobarde ante los poderosos.

Para Mauricio Macri la política exterior de la Argentina es un acto de entrega de nuestra soberanía. Sus excursiones a España y Holanda tienen como objetivo entregar nuestra soberanía energética, nuestros recursos mineros. Su política exterior con China tiene la meta de ofertar el negocio de la explotación de litio.

Su visita a los Estados Unidos se reduce a ofrecer los servicios de un Virrey capaz de disciplinar los salarios de las trabajadoras y los trabajadores Argentinos, de reducir las cargas impositivas y cargas patronales para las grandes empresas que decidan expoliar nuestros recursos, todo bajo el discursito hipócrita de la competitividad y el aliento a las inversiones.

Mostrará como conquistas alcanzadas por su gobierno el acuerdo de Vaca Muerta, en el que logró disciplinar a los sindicatos petroleros para que acepten un convenio colectivo a la baja y flexibilice sus condiciones de trabajo en boca de pozo. Que además garantiza un precio mínimo de 7,5 dólares por el millón de BTU, cuando el mayor beneficiario Techint sólo reclamaba 4 dólares. Con esa capacidad de garantizar negocios a cambio de soberanía, trabajo y dignidad, intentará multiplicar las inversiones de las multinacionales yanquis.

Mostrará también como conquista haber anunciado un plan de viviendas chinas en la propia cara de Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, a quien le recriminó sobre las mafias sindicales y le anticipó que las viviendas ensamblables de China implicarán menos laburo para el sector, y aquellos que cobraban como oficiales en obra, podrán alcanzar cuanto mucho salarios de peón.

Las corporaciones que gobiernan la Argentina, están conduciendo los destinos del país a una crisis brutal. Un horizonte de miseria planificado que constituye una pesadilla para las mayorías populares.

Macri entiende poco y nada lo que pasa en la Argentina, apenas si logra garantizar los negocios de su familia. Sin embargo, las corporaciones económicas que lo depositaron en el poder, aquellas -como Techint- que quieren derrocar al gobierno de Nicolás Maduro para salir a cazar una parte de los negocios petroleros de la hermana República de Venezuela, están dispuestos a llevar adelante un plan de negocios que pone en jaque el futuro de nuestra Patria.

Apenas han pasado quince meses de aquella devaluación brutal de nuestra moneda y de la quita absoluta de retenciones que implicó la mayor transferencia de recursos a los grandes grupos económicos desde Cavallo y Martínez de Hoz hasta nuestros días. Y ya están presionando para obtener una nueva devaluación que multiplique sus ganancias en la timba financiera.

No encuentran freno al ciclo brutal de endeudamiento externo con el que están comprometiendo el destino del país. La deuda externa total de la Argentina, alcanzará en 2019 el 60% del producto bruto interno, sin contar siquiera los títulos que salgan a emitir en los años que restan.

Las corporaciones que gobiernan la Argentina, están conduciendo los destinos del país a una crisis brutal. Un horizonte de miseria planificado que constituye una pesadilla para las mayorías populares.

La Patria está en peligro. Nuestra generación y su militancia se enfrentan a una versión veloz y poderosa de su enemigo histórico, de aquél que quiere condenar a las trabajadoras y los trabajadores a vivir en la miseria. La historia nos habrá de juzgar por nuestra capacidad de encontrar la unidad en la capacidad de resistencia a las políticas de ajuste y saqueo, pero también en la de encontrar la unidad necesaria para reconstruir un Movimiento Nacional que nos permita volver a vencer.

Cuando la Patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla.


                                                         Colectivo de Medios Oveja Negra

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