TURISMO ANTÁRTICO Y PROTECCIÓN MEDIOAMBIENTAL
10 de agosto de 2021
El turismo en la Antártida es una actividad relativamente nueva, que se ha ido incrementando con los años. La República Argentina fue pionera en dicha actividad inaugurada por la marina mercante.
Por Heidi de Lourdes Raimondo
Para Argentina la actividad comercial y turística bajo una mirada ambiental, pero al mismo tiempo estratégica, tiene una relevancia significativa que queda de manifiesto en la historia de su política antártica, desde su gobierno criollo y herencia española, que es consolidada una vez instaurada la república, hasta la actualidad. Cabe decir, que los intereses nacionales argentinos supieron cobijar prematuramente el resguardo medioambiental con la protección soberana de los recursos marítimos a diferencia de las prácticas predatorias imperiales de la cacería de ballenas, como lo expresa Belgrano en el congreso al discutirse la ley de pesca, quien sostenía ”un Estado sin pesca nada puede en el mar”, los intereses argentinos en el mar serán reivindicados por los aportes del vicealmirante Segundo R. Storni (1876-1954) sobre la plataforma continental y sus recursos con una estrategia marítima desplegada hasta la década del noventa en que se liquida la flota mercante nacional (Biongardi Delgado,2020 en IRI-UNLP).
Es así que, se constituye en el primer país con presencia ininterrumpida en el territorio desde el siglo XIX, conformando el primer observatorio científico y asentamiento pesquero en 1904, hasta convertirse en el país con mayor presencia efectiva, con 13 bases en la región, de las cuales 6 son permanentes. Al mismo tiempo se podría decir que propició el turismo antártico como política de estado con su flota mercante, acompañando luego la actividad privada.
La primera expedición turística a la Antártida se realizó con el transporte A.R.A. Les Eclaireurs, en 1958. A partir de entonces la actividad privada nacional fue incrementando su participación en este terreno. Sin embargo, actualmente las embarcaciones de bandera extranjera han ganado protagonismo y aumentando el número de pasajeros, diversificado la oferta turística que incluye mayores actividades a bordo. La diversificación de destinos, cambios de oferta de servicios, regulaciones del sector y especial formación de operadores de turismo antártico han impactado en las políticas públicas e infraestructura alrededor de la actividad atento a la participación en la economía fueguina(Vereda, Jensen y Fontana,2019).
La pesca y el turismo son las dos únicas actividades económicas autorizadas,pero al mismo tiempo el principal riesgo de impacto ambiental en el sector antártico (territorial y marítimo). Los desembarcos en la Antártida se concentran principalmente en sitios libres de hielo con fácil accesibilidad, rasgos únicos en su fauna y flora, paisajes, historia y actividad científica. De los 200 sitios o posibles destinos turísticos, la mayor carga de turistas se concentra tan sólo en unos 30 y están ubicados en su mayoría, en el archipiélago de las islas Shetland del Sur y en el estrecho de Gerlache, al noroeste de la Península Antártica.
El turismo en la Antártida es una actividad relativamente nueva, que se ha ido incrementando con los años. La República Argentina fue pionera en dicha actividad inaugurada por la marina mercante. El turismo antártico es definido como “la actividad comercial que involucra el desplazamiento de personas al sur de los 60º S o Área del Tratado Antártico, con motivos de ocio y con especial atención a motivaciones relacionadas con la vida silvestre, paisajes dramáticos, interés en la ciencia y en la historia de la exploración“ (Vereda y Jensen,2014 en Vereda, Jensen y Fontana,2019:6).
Haciendo la salvedad, y dejando entre paréntesis la situación actual de crisis sanitaria asistimos a una creciente demanda de turismo antártico, que está en manos mayoritariamente de operadores privados y que no ha sido enmarcada en una regulación que resulte adecuada y que contemple aspectos como la seguridad de las personas, el impacto medioambiental y el peso relativo en la actividad económica de la nación y la región.Las empresas de turismo, verdaderas multinacionales tienen influencia en las decisiones que se toman en las reuniones de los miembros consultivos aunque no lo sean. El STA es un complejo sistema que tiene algunas características como “... que en el presente siglo no se ha adoptado ninguna medida o resolución que no esté relacionado con el medio ambiente. Aun reconociendo la importancia del tema y el factor determinante de la región antártica en su protección, no podemos dejar de considerar que la gobernanza de la región tiene muchas otras consideraciones, como pueden ser la bioprotección, el turismo, la navegación…”(CESEDEN, 2018: 52).
El turismo como alarma ambiental en palabras finales
Esta actividad se ha ido incrementando con los años, lo cual despierta las alarmas ambientales porque no son claros los indicadores para definir su impacto ambiental. El régimen normativo de gobernanza conjunta ha permitido volcar una amplia regulación y control del mismo con la incorporación del Protocolo de Madrid. Sin embargo a pesar de los recaudos el crecimiento exponencial de turistas a partir de la década del ’90, las demandas de recursos y alimentos, como también los nuevos impulsos nacionalistas vuelven a poner en la mira la explotación los recursos naturales del territorio polar.
Si bien los tópicos ambientales supieron articular exitosamente el cuerpo normativo del régimen de gobernanza conjunto bajo el STA, no podemos ser inocentes de los intereses reales que los sustentan. Es por ello que la Antártida es un nodo complejo que requiere un abordaje multidimensional, aunque pretenda una perspectiva ambiental. La presencia efectiva en Argentina es imprescindible, no solo en las bases, se requiere una política de estado que de la difusión en la medida que corresponde a los trabajos de nuestros connacionales en Antártida, que ayude a crear conciencia en la sociedad que es la que dará legitimidad a esas políticas. El uso del mapa bicontinental en los establecimientos educativos y la coordinación de las políticas nacionales, provinciales y regionales.
Bibliografia
Cancilleria argentina. Turismo antártico. Ver haciendo click aquí
Instituto de Relaciones Internacionales -UNLP.“Día de los intereses argentinos en el mar”. Ver haciendo click aquí
Vereda, Marisol (2008). "Tierra del fuego y antártida: Un inventario de recursos turísticos desde la idea de complementariedad." Estudios y Perspectivas en Turismo, vol. 17, N°. 3-4, p. 199+.
Vereda M., Jensen M. y Fontana Pablo(2019). “La evolución del turismo antártico y su relación con las políticas públicas nacionales y provinciales”. Registros ISSN 2250-8112, Vol. 15 (2) julio-diciembre, pp 4-28.Versión digital. Ver haciendo click aquí