Oveja Negra

No hay banda


27 de enero de 2023

Oveja Negra

Esta semana, Pensador Teatral nos recomienda esta dramaturgia con dirección de Martín Flores Cárdenas. Se puede disfrutar los viernes a las 20.30 horas en Casa Estudio Teatro (Guarda Vieja 4257), Ciudad de Buenos Aires.

Por El Pensador Teatral

Una obra performática íntima y sensible, es la que nos propone el talentoso Martín Flores Cárdenas, en su triple rol de dramaturgo, director e intérprete, aunque el mismo al comienzo de la función, se apura a aclarar que no es actor y que tratará de hacer lo menos posible en escena. Según su visión solo se parará frente al público, hará lo mínimo e indispensable para llevar adelante la obra, pero no actuará. ¿¿Es esto posible?? La noche arranca con interrogantes y el público, no duda que será testigo de una obra muy original, en la cual el hecho teatral será permanentemente interpelado.

 

 

 

Desde el arranque, la cuarta pared se torna invisible y Martín texto en mano, abre su intimidad ante el público, relatando algunos hechos familiares, al mismo tiempo que desnuda el proceso creativo, reflexionando acerca de lo complejo o no que puede resultar crear una obra, desafiando los límites, cuestionando cuando arranca la misma, cuando finaliza y más aún sobre si algún relato puede considerarse por si mismo una obra de teatro o bien existen hechos constitutivos que no pueden faltar nunca. Por ejemplo, puede haber obra sin actores y sin escenografía? Que haya alguien en un escenario y público en la platea, ya alcanza para que haya una obra teatral?

No hay banda, es una propuesta experimental y muy inteligente, que partiendo de un hecho real en la vida de Martín. como la muerte de su abuelo, nos invita a reflexionar. Horas después de aquella muerte y cuando aún estaba en estado de shock, recibió el llamado de un productor que estaba montando un festival en Brasil en poco tiempo y quería que el estuviera presente con alguna obra nueva de su autoría. Le preguntó si estaba escribiendo alguna y el sin saber muy bien porque le mintió diciendo que estaba en ello, cuando en realidad no tenía nada escrito. En ese momento supo que la reciente muerte de su abuela, sería el tema de aquella obra inexistente.

 

 

 

Y así fue como en Brasil, con un elenco formado de apuro, se presentó una obra a partir de la muerte de su abuelo, con una trama bastante caótica, que generaba dudas existenciales sobre el momento en el que dejamos este mundo y que cuando nos llega la hora, sabiendo que vamos a atravesar alguna vez aquel momento La obra parecía destinada al fracaso, pero de manera casi inexplicable tuvo muy buena respuesta del público.

Pero el elenco se desarmó y todo parecía terminado. Pero años después, Martín tomó aquel guión y comenzó a jugar con el mismo, pensando si sería posible presentarlo sin actores, sin escenografía y sin banda musical. Un texto desnudo. Y en esa idea alocada nació No hay banda. Comenzó ensayando una obra que parecía imposible, con amigos como testigos y público. Hasta que el año pasado y sin demasiadas expectativas, se decidió a presentarla en Casa Estudio, sin saber si duraría un mes o sería una función debut y despedida. Pero la obra sorprendentemente o no, tuvo muy buena respuesta del público, con una primera temporada a sala llena y ahora está arrancando ahora su segunda temporada, algo que el autor, director y protagonista, nunca imaginó.

 

 

 

La presencia de Martín Flores Cárdenas en escena es magnética, el público lo mira sorprendido y sin perder detalle. El protagonista, anuncia todo lo que se viene, desmenuza la trama y pone en evidencia las convenciones teatrales. Dándose permiso para tomar un vaso de whisky en una pausa, para pedir que prendan luz de sala y hasta para preguntar al público si hace calor para encender el aire acondicionado.

Aclaramos por las dudas, que todo lo artesanal y experimental que tiene la obra, potencia el atractivo de la misma, ya que como dijimos la presencia escénica de Martín parado frente al público es muy fuerte. La trama es realmente bella y con recursos originales, hay proyecciones de videos, audios de whatsapp y momentos musicales realmente muy logrados, que le otorgan a la puesta una belleza y una calidez que llegan al espectador.

Disfrutamos mucho de No hay banda, una obra perfomática difícil de catalogar que tiene toques de biodrama y también de teatro documental, pero que no entra claramente en ninguna de esas categorías. Nuestra recomendación es que no busquen clasificarla y que vayan a verla con la mente abierta y preparados para vivir una noche de teatro diferente, ya que además de no dejarlos indiferentes los va a emocionar mucho. En lo personal la obra me  llegó de pleno al corazón, ya que las preguntas filosóficas que plantea la obra acerca de la muerte, me las hice hace poco tiempo y son las preguntas que todos nos hacemos, sin que existan respuestas certeras.

Recomendamos descubran esta original propuesta, que se presenta en Casa Estudio, que nos habla del proceso creativo del teatro, de las convenciones teatrales,  de la amistad, del sentido de la vida y de la muerte. Lo hace con una mirada sensible e íntima, de un protagonista que se abre ante el público, mostrando toda su fragilidad. Y en una noche con muchos interrogantes, nos vamos con una certeza, cuando hay talento, no es necesario que haya actores o despliegue escenográfico para que exista una obra teatral. Y como Martín Flores Cárdenas, tiene talento de sobra, el resultado es esta perlita que el teatro independiente nos presenta y nosotros como público celebramos.

Pensador Teatral.

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