La hipocresía es un castillo de naipes. Y si la historia no ha sido prueba suficiente, la realidad está a punto de volver a ponerlo en evidencia con el actual gobierno de las corporaciones.

Las editoriales de los grandes medios de comunicación, aliados a la banda de saqueadores en funciones gubernamentales, han comenzado a destilar críticas, acerca de las formas de  comunicación de éste gobierno. Sin embargo, el problema del Gobierno no es la comunicación, es la política y el responsable no es Marcos Peña, sino el neoliberalismo.

La máxima con la que intentan explicar cualquier ajuste, brutal sobre el bolsillo de millones y millones de argentinos, es bien sencilla “están sincerando la economía, corrigiendo el rumbo o resolviendo la pesada herencia” una parábola que le intentan explicar a los argentinos, que cuando estaban bien, les iba mal; y ahora que les va como el orto, les está yendo mejor.

Sin ir más lejos, hoy mismo, el Jefe de Gabinete nos intentó explicar que “la Argentina está en un proceso de expansión del empleo” y que los cientos de miles de puestos de laburo perdidos son producto de  “una economía en muy mal estado”.

El cinismo y la hipocresía es el combo explosivo con el que intentan superar una crisis, que comenzó a hacer temblar el suelo de la Casa de Gobierno. Y para peor, el Presidente que le tocó en ocasión, al Gobierno de las Corporaciones, es un inútil con mayúsculas, que desprecia la política como herramienta de transformación de la realidad y que cuando tiene la oportunidad de  salirse del libreto, balbucea barbaridades.

Como aquél primero de Mayo en el que les dijo a los trabajadores que la culpa de todos los males de la Argentina la tienen el trabajo inútil, la superpoblación laboral, el uso de licencias y la mala calidad con la que llevan adelante su trabajo. No exageramos, las textuales son peores.

El show mediático y la construcción de un trabajoso pensamiento único son, hasta acá, el único  dique de contención del Gobierno que ha desmantelado la capacidad de respuesta del Estado, ha abandonado la política como arte para la construcción de consensos y eligió el cinismo y la soberbia como mecanismo de respuesta a los conflictos sociales emergentes.

¿Te parece que exageramos? Montaron un show, como único método de respuesta, frente a la crisis del empleo en la Argentina.

Mientras el movimiento obrero se movilizó masivamente en reclamo de una legislación efectiva que ponga freno a los despidos y el Peronismo organizó una voluntad legislativa que permita la sanción de una ley en ese sentido; el gobierno eligió primero el camino de la soberbia como respuesta, adelantando que vetaría la ley.

Ante el agravamiento del conflicto y la media sanción obtenida por la ley en senadores; se organizó un encuentro con la Asociación Empresaria Argentina para firmar un compromiso para no despedir trabajadores. El compromiso no fija sanciones ni políticas públicas que incentiven a la empleabilidad, tan sólo apela a la buena voluntad de los empresarios para que no pongan más trabajadores en la calle.

¿Queres que te contemos quienes firmaron el acuerdo? Jaime Campos, el titular de  AEA que llamó a desconocer la Ley de Abastecimiento; Héctor Magnetto de  Clarín, vice de AEA, que echó a una comisión interna del gremio de prensa, entera, tan solo por representar sindicalmente a los trabajadores; Paolo Rocca, vice de AEA también, de Techint, que mandó los primeros seiscientos telegramas de despido el 11 de Diciembre.

Es decir, le pidieron al lobo que cuide a las Ovejas. Eso sí, le pidieron que por favor no se las coma. Y si se las come, no pasa nada, pero como el lobo es bueno, no lo va a hacer.

¿Sabés cuando se cae el castillo de naipes? Cuando alguno de esos soretes mande el primer telegrama. Es decir, mañana. Están transitando una espiral hacia su propia crisis, de modo inexorable.

Es inevitable que si le licuas a 40 millones de Argentinos el cuarenta por ciento de sus ingresos, devaluación mediante, por más que le digas que sincerás la economía, en algún momento te explote el conflicto. Es inevitable que si en un año de gobierno un millón de argentinos pierden sus puestos de trabajo, por más que digas que el empleo está en expansión, a vos, te explote el conflicto. Es inevitable que si decidís desfinanciar la educación, por más que digas que es producto de una pesada herencia, en algún momento las universidades y los colegios van a estar tomados. Es inevitable que si decidís abandonar la política para allanarle el camino a los dueños de la economía para saquear la Argentina, el Peronismo te lleve puesto.

No sea cosa, que en algún descuido de la historia, una Oveja Negra y mal llevada, se termine comiendo al lobo.

                                                                                            Fernando Gomez

                                                                               Editorial Oveja Negra Radio