La Miseria & los Miserables
12 de julio de 2017
La revista Forbes confecciona, cada año, la lista de las personas más ricas del planeta. Una competencia entre miserables, que desnuda la velocidad de la concentración de la riqueza y la desigualdad que ofrece el capitalismo como destino de miseria planificada.
Por Fernando Gómez
En su diccionario del Nuevo Orden Mundial, Eduardo Galeano definía la riqueza como aquella que “según los ricos, no produce la felicidad. Según los pobres, produce algo bastante parecido. Pero las estadísticas indican que los ricos son ricos porque son pocos, y las fuerzas armadas y la policía se ocupan de aclarar cualquier posible confusión al respecto.”
Algo de eso se cristaliza, año tras año, en el ranking de los más ricos del planeta que confecciona la revista Forbes, obsceno pasquín de banalización y legitimación de la ferocidad capitalista, que ha llegado a medir en tiempo real la acumulación de la riqueza del segmento más rico de la población mundial.
La lista publicada en mayo de 2017 y su comparación con aquella confeccionada en los años anteriores, no sólo ratifica que el capitalismo es aquél sistema en el que los patrones cada día se hacen más ricos y los trabajadores, cada día un poco más pobres, sino que también aporta datos que permiten poner en evidencia que la nueva fase del neoliberalismo está empujando a una violenta reconcentración de la riqueza en términos globales, que vuelve a poner en crisis el sentido de su existencia.
Forbes presenta, con euforia, la particularidad de ser el año en el que un mayor número de personas ingresaron al ranking al que solo pueden acceder los billonarios del planeta (billonarios, sí). Por primera vez, el número trepó de 1810 personas en el año 2016 hasta batir el record de 2.043 personas en el 2017.
El promedio de la fortuna de los integrantes de ésta lista asciende a 3.750 millones de dólares. Sin embargo, el análisis resulta más escalofriante cuando se advierte la estructura piramidal de la concentración de la riqueza, en la que los diez primeros del ranking poseen fortunas que oscilan entre los 44.000 millones y 88.000 millones de dólares, y apenas los primeros 400 alcanzan el promedio de 3.750 millones.
Las fortunas así expresadas, aparecen ajenas al alcance de comprensión del 99% de la población mundial. Por otro lado, la naturalización de la riqueza extrema de unos pocos, contrastada por la pobreza extrema de los muchos, impiden trasladar las crudas cifras a los análisis necesarios que la frivolidad de Forbes no aborda ni consigna.
Desigualdad y aceleración en el ritmo de la concentración de la riqueza son las conclusiones necesarias que el informe omite.
Hace apenas un año atrás, los primeros 62 billonarios del ranking poseían una fortuna idéntica a la que ostentaban, todas juntas, la mitad más pobre de la población mundial. Es decir, 62 personas tenían la misma riqueza que 3.500 millones de personas en el mundo entero. La desigualdad está marcada nítidamente por el hecho de que el 1% de la población mundial posee más riqueza que todo el resto del planeta.
Sin embargo, aún más grave es el dato comparativo con el ranking del año 2017. Este año, apenas los 8 primeros billonarios del planeta, ostentan una riqueza idéntica a los 3.600 millones de personas que componen la mitad de la población más pobre. En los últimos dos años, la concentración de la riqueza se ha acelerado de un modo alarmante, cristalizando una marcada disputa de intereses en la población más rica, que solo logra construir un piso de consenso en el sostenimiento del sistema global que termina por condenar al 99% de la población mundial a vivir a sus expensas.
Los ocho billonarios que encabezan el ranking son Bill Gates (Microsoft) Warren Buffet (Financista), Amancio Ortega (Inditex), Jeff Bezos (Amazon), Carlos Slim (Telecomunicaciones), Marck Zuckerberg (Facebook), Larry Ellison (Oracle) y Charles y David Koch (Energía). Cinco de ellos pertenecen al mundo de las nuevas tecnologías y las telecomunicaciones, los tres restantes a la industria, los medios de comunicación y el sector financiero, lo que por otro lado evidencia que el crecimiento de su fortuna (por el sector al que pertenecen) supera de modo constante a la producción, el desarrollo y por ende a los ingresos globales.
También manifiesta la matriz machista de un modelo de acumulación inhumano. Los ocho billonarios son hombres.
Y por casa, ¿Cómo andamos?
La imagen más nítida de las consecuencias de la restauración neoliberal encarada por Mauricio Macri en la Argentina, la evidencia la revista Forbes en su ranking anual.
La revista local “Fortuna”, publicada por la editorial Perfil, nos exime de toda opinión sesgada por nuestro recorte ideológico, al decir: “Con la asunción del gobierno de Mauricio Macri en la Argentina y tras 15 meses de gestión, los empresarios nacionales más ricos han aumentado su patrimonio de tal forma que con un récord histórico, son siete argentinos los que figuran en el ranking de mayores riquezas del mundo. Según publicó la tradicional revista Forbes, el valor de las acciones en los activos locales subió con la victoria de cambiemos en las urnas y ahora hay siete empresarios que superan la fortuna de 1000 millones de dólares, monto que el mismo Franco Macri supo igualar.”
Los efectos de la devaluación, el blanqueo de capitales de aquellos millonarios que evadieron y fugaron sus divisas en los últimos cuatro años, el ciclo de endeudamiento para financiar la timba que promueve el Banco Central con el negocio de las Lebac y la batalla contra el salario sostenida por el gobierno de Mauricio Macri, le ha permitido concretar este nefasto record.
La concentración en la Argentina, en apenas quince meses, se ha profundizado de un modo notable. El ranking presentado alegremente por Forbes, y festejado por la revista Fortuna en el ámbito local, marca que la transferencia de recursos operada desde el 10 de diciembre de 2015, no es un discurso trillado del nacionalismo popular en nuestra tierra, sino un dato objetivo de la realidad.
Los cuatro billonarios que ya figuraban en el ranking resultan ser Alejandro Bulgheroni (Pan American Energy – Bridas), Eduardo Eurnekián (Aeropuertos Argentina 2000), Alejandro Roemmers (Laboratorios), Gregorio Pérez Companc (Molinos Rio de la Plata). A ellos, deben agregarse Paolo y Gianfelice Rocca (Techint) quienes figuran en Forbes con su nacionalidad italiana.
Al lote histórico se han sumado desde la llegada de Macri al gobierno: Jorge Brito (Banco Macro), Eduardo Costantini (Desarrollo Inmobiliario) y Marcos Galperín (Mercado Libre). Cada uno de ellos logró alcanzar entre el 2016 y 2017, el piso de 1.000 millones de dólares necesarios para ingresar
Aquellos que por alguna razón, no han registrado el total de sus ingresos, resultan ser Carlos Blaquier (Ledesma) y Luis Pagani (Arcor) que superan en ritmo de facturación y acumulación de riqueza el piso exigido, pero los pruritos en cristalizar sus cuentas lo escapan de la vidriera de los nefastos personajes que nos representan en Forbes.
Alguna vez, una milonga de Tabaré Cardozo sentenció que “la miseria, es culpa de los hombres miserables”.
Los Miserables
Alejandro Bulgheroni: empresario petrolero, considerado el argentino más rico. Su empresa originaria fue el Grupo Bridas. Luego conformó Pan American Energy con la compañía estadounidense British Petroleum. En la actualidad en uno de los dueños de Axion Energy. Es propietario de Bodegas Garzón en Argentina y Uruguay.
Marcos Galperín: es el primer multimillonario "tech" de Argentina. Cofundador y CEO de Mercadolibre.com, la plataforma de compra-venta más grande de Latinoamérica, cuyo valor supera los 8 mil millones de dólares.
Alejandro Roemmers: integra el directorio de una de las principales empresas farmacéuticas de Latinoamérica. Esta sociedad, no solo es líder en Brasil, Argentina, Uruguay y México, sino que también se dedica a la actividad inmobiliaria en el sur argentino y en las costas de Punta del Este.
Gregorio Pérez Companc: uno de los hombres más ricos del país y dueño de la alimentaria Molinos Río de la Plata. Su holding compró la filial local de la petrolera Skanska. Así retorno al negocio de los servicios petroleros, una de las primeras actividades del grupo en 1977.
Eduardo Costantini: empresario argentino del mercado inmobiliario y financiero. Su empresa en Consultatio S.A. Costantini es el creador de Nordelta y fundador y presidente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA)
Jorge Horacio Brito: dueño del banco Macro y el banquero más rico del país. Con una fortuna personal de 1370 millones de dólares, repartida en efectivo, actividades agropecuarias, ganaderas, feedlots, hoteles de lujo, countries, mercado inmobiliario, sector energético y otros negocios rentables.
Gianfelice Rocca: empresario italiano, hermano de Paolo, presidente del grupo Techint que facturó más de 20 mil millones de dólares en el año 2015. También es presidente de Assolombrarda, la mayor asociación de industriales de todo el sistema empresarial en Italia.
Paolo Rocca: empresario ítalo-argentino. CEO del grupo Techint. Dirige Tenaris, Ternium y otras compañías que operan en ingeniería, construcción y el sector energético. Su patrimonio en de 6600 millones de dólares.
Eduardo Eurnekian: actualmente tiene una cartera de más de 50 aeropuertos en varios países con ingresos declarados de 2 mil millones de dólares. Su holding posee más de 120.000 hectáreas de tierra para cultivos, ganados, y viñedos. También tiene una compañía de desarrollo de infraestructura, una fábrica de chips, una planta de producción de biodiésel y negocios en Armenia.
Carlos Blaquier: tiene el 90% de las acciones de la empresa Ledesma. Blaquier está procesado como cómplice primario en 26 casos de privación ilegitima de la libertad en la causa Burgos, que investiga los hechos ocurridos en lo que se llamó "La Noche del Apagón" en julio de 1976 durante la dictadura cívico-militar.