Por Voces Libres del Pueblo

Mauricio Macri volvió a mentir. Para hacerlo se amparó en la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), y en particular, en las palabras del informante por la Argentina, Daniel Dessein.

Desde el colectivo Voces Libres del Pueblo desmentimos la nueva provocación oficial contra el conjunto del pueblo, que sufre el peor momento desde la recuperación de la democracia en materia de libertad de expresión y de su derecho humano a la comunicación. Nunca la sociedad atravesó una emergencia comunicacional como la que enfrenta en la actualidad.

Le escribieron a Macri para que repita en sus redes: “La Argentina tiene la más amplia libertad de prensa de su historia. En la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa que se realizó esta semana, Argentina se destacó por tercer año consecutivo por la completa libertad de prensa que rige en el país”.

Miente.

Desde que asumió, la concentración mediática se profundizó. La posición dominante del grupo Clarín está en su punto de mayor expansión, lo que claramente hiere la libertad de expresión y la democracia.

Siguió Macri: “Daniel Dessein, informante por Argentina, dijo: ‘En el país rige una amplia libertad de expresión y de prensa, que se manifiesta en un sistema periódico de rendición de cuentas, niveles crecientes de transparencia, comparecencias constantes de funcionarios ante la prensa y la eliminación de las prácticas de hostigamiento que sufrieron periodistas y medios en etapas anteriores’. Dijimos que nuestro propósito era representar un cambio profundo que ya existía en el corazón de los argentinos. Ese cambio se manifiesta en casi todas las esferas de la vida y el respeto por la libertad de expresión y de prensa son tal vez los más importantes para la democracia”.

Mienten.

Desde el 10 de diciembre de 2015 a la fecha, ya se superan los 3.500 despidos de trabajadoras y trabajadores de prensa. La desocupación y la flexibilización laboral de un periodista es uno de los mayores ataques a la libertad. El plan sistemático de vaciamiento de los Medios Públicos, la censura que vienen denunciando los trabajadores de la televisión pública, los despidos y hostigamiento a las trabajadoras y los trabajadores de Télam…

Siguió Macri: “Hoy en Argentina la libertad es absoluta. Es tan grande que se volvió transparente. Pero conviene recordar que lo que vivimos es el resultado de haber abandonado para siempre los mecanismos encubiertos que usaron gobiernos anteriores para someter a la libertad. Nunca antes se gastó menos plata en pauta publicitaria que en este gobierno. Dicho de manera directa esto significa que no se usa la publicidad oficial como un mecanismo para domesticar medios o someter periodistas como sí se hacía antes. No intervenimos ni influimos en las decisiones editoriales, no presionamos ni cuestionamos la tarea de los medios ni de los profesionales de prensa, no descalificamos, no aceptamos que se ‘juzguen’ periodistas en la Plaza de Mayo como sucedió hace apenas 9 años atrás. No aceptamos que se escupa la imagen de personas públicas, no insultamos, no entramos como matones a los diarios ni los rompemos, no derribamos antenas, no creamos programas de propaganda para atacar a quienes piensan distinto ni usamos el fútbol para elogiarnos o perseguir. No cambiamos los horarios de los partidos de fútbol para perjudicar el rating de programas de TV, no compramos medios con intermediarios que evaden impuestos, no bloqueamos los camiones de los diarios. No hacemos nada en contra de la libertad de expresión”.

Miente.

Una de sus primeras medidas de gobierno fue derogar, por decreto de necesidad y urgencia, artículos sustanciales de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la más debatida de la democracia, barriendo con una ley que es ejemplo en el mundo en libertad de expresión y facilitando la concentración de universo comunicacional en pocas manos.

El 6 de julio de 2016, cuando un grupo de matones ingresó al diario Tiempo Argentino para destrozar la redacción y agredir a sus periodistas, Macri calificó como “usurpadores”, no solo a la patota sino a las y los trabajadores que habían recuperado el medio para autogestionarlo, equiparando, de manera inexplicable, a ambos.  

La persecución y la cárcel a los licenciatarios de medios no oficialistas, como son los casos de Gerardo Ferreyra (Radio del Plata) y Cristóbal López y Fabián de Sousa (C5N, y radios del Grupo Indalo), también desmienten sus palabras. Los despidos en los medios públicos, que incluyen la persecución ideológica a sus trabajadores, a quienes revisan el contenido de sus publicaciones en redes sociales, entre otras prácticas desdeñables, refutan sus dichos.

La discrecionalidad en la entrega de pauta publicitaria a los grandes medios y a Google, Facebook, y demás conglomerados internacionales que dominan las plataformas comunicacionales planetarias, desdicen, en los hechos, sus declaraciones.

La agencia paraestatal de trolls que degradan el oficio periodístico, hostigan a trabajadores de prensa e infectan las redes sociales de mentiras y Fake News, también refutan su discurso.

Además, el espionaje contra periodistas, que consolida la práctica cloacal que viene desarrollando la asociación ilícita de jueces, fiscales, políticos y ciertos periodistas contra dirigentes políticos opositores, sus familias y contra periodistas independientes, también desmienten las palabras que le escribieron al presidente para que viralice desde sus redes sociales.

Concluyó Macri: “No le tenemos miedo a la libertad. Sabemos que los argentinos queremos ser libres para siempre. Cambiamos”.

Miente.

No hay libertad en la mentira.

Con censura, con persecución ideológica y laboral, con planificación de la miseria, con represión a periodistas que cubren las manifestaciones de los atacados por el sistema de exclusión y hambre de macrismo, no hay libertad.

Desde Voces Libres del Pueblo denunciamos una nueva mentira de Mauricio Macri contra el pueblo argentino.

Por una comunicación popular, democrática y organizada.

Voces Libres del Pueblo

31 de marzo de 2019