“EL DESAFÍO DEL CAMPO POPULAR ES MANTENER LA UNIDAD QUE NOS DIO LA VICTORIA"
04 de noviembre de 2020
Oveja Negra entrevistó a Leo Grosso, Diputado Nacional.
“El desafío del campo popular es mantener la unidad que nos dio la victoria y que nos tiene que permitir encontrar la soluciones a los problemas de nuestro pueblo”
Oriundo del partido bonaerense de Gral. San Martín, militante del Movimiento Evita, y Diputado Nacional por el Frente de Todos.
ON - En breve festejamos el Día de la Militancia Peronista. ¿Qué es ser peronista en 2020, sigue siendo un movimiento de liberación nacional?
LG – “Creo que el peronismo siempre va a ser un movimiento de liberación nacional. Ser hoy peronista es, por un lado, consolidar la unidad del Frente de Todos y, por otro, seguir construyendo el poder popular necesario para integrar la agenda de los sectores populares a las políticas públicas. Ser peronista es hacer lo que dijimos que íbamos hacer durante la campaña, y eso es resolver los problemas de la gente. Esto Implica consolidar un proyecto nacional popular, con integración latinoamericana que nos permita establecer la agenda del desarrollo para todos y todas con igualdad de oportunidades”.
ON - ¿Qué balance político del gobierno haces de lo que va del año? ¿Estamos mal pero vamos bien?
LG – “El balance político que hago en principio, es decir que suerte que gobernamos nosotros, y que nos sacamos de encima la pesadilla de Macri para poder enfrentar esta pandemia, si uno mira Brasil, Estados Unidos o Bolivia con la gestión de la golpista Áñez, te das cuenta enseguida el desastre que significa tener Estados neoliberales en el marco de una pandemia. Además, en nuestro país está agudizada la crisis por lo que fue la pandemia sin virus de los cuatro años de macrismo. Por eso digo que es una suerte que el peronismo esté en el gobierno poniendo al Estado de alguna manera para atajar todos los problemas que genera la pandemia, que son muchos y que necesitaban de una respuesta de un Estado fuerte. Claramente estamos mal, porque cuatro años de macrismo y uno de pandemia no le hacen bien a nadie, pero tenemos la decisión política de salir adelante y hemos definido que nuestras políticas de Estado están para acompañar a los sectores populares, a los trabajadores, a las pymes, los comerciantes, en definitiva, a la Patria con generación de trabajo, producción y salud. Todo el esfuerzo que ha hecho el gobierno nacional, desde construir doce hospitales en tres meses hasta garantizar las medidas de aislamiento, hablan puntualmente de lo que viene sosteniendo nuestro Presidente Alberto Fernández, que primero está la salud, la vida y después el resto de las cosas”.
ON - Para los Movimientos populares, ¿cuál es a tu juicio el saldo organizativo luego de 4 años de macrismo?
LG – El saldo organizativo de cuatro años de macrismo me parece que es un saldo favorable en la toma de conciencia de la necesidad de construir y consolidar unidad y que sin unidad no había victoria posible. Por ejemplo, nosotros desde los movimientos sociales pudimos construir la unidad de los cayetanos y las cayetanas y arrancarle la emergencia social, alimentaria, la ley de RENABAP (Registro Nacional de Barrios Populares) al macrismo. Y eso lo hicimos gracias a la unidad conseguida con muchos movimientos sociales que a pesar de muchas diferencias, matices y debates abiertos nos permitió afrontar junto al sector social que durante el macrismo fue el más castigado, dar pelea en la calle frente al ajuste y la exclusión de las políticas del gobierno de Cambiemos. Y a partir de ahí se abrió la posibilidad construir esa unidad con Cristina y con Alberto”.
ON - Néstor sumo y le dio una porción de poder del Estado a las organizaciones políticas y los movimientos sociales. ¿Alberto tiene la misma impronta?
LG – “Néstor metió adentro las contradicciones que se venían dando en el campo popular desde los noventa y que muchos formaban parte de la resistencia al neoliberalismo, ahí entraban, movimientos sociales, organizaciones políticas y organizaciones de derechos humanos. Me parece que Alberto tiene otra situación muy distinta a partir de la conformación de un frente que se fue armando para derrotar al macrismo, hoy los movimientos sociales, políticos y sindicales forman parte del Frente de todos, pero la situación es bien diferente porque tenemos la mochila como experiencia y como vara de los doce años de gobierno popular que Néstor Kirchner tuvo que inventar y que Alberto hoy lo tiene como espalda de construcción de lo que se viene. El desafío en todo caso y que Alberto lo está haciendo muy bien, es incorporar las agendas que se plantearon en la calle durante la resistencia al neoliberalismo, el feminismo es uno, la perspectiva ecológica es otra, ahí creo y me parece que tanto la creación del Ministerio de la Mujer y la incorporación de la militancia feminista y la perspectiva de género trasversal a todo el Estado, junto con la categorización del Ministerio de Ambiente también dan cuenta de esa misma gimnasia que tenía Néstor en el 2003”.
ON - Uno de tus ejes de trabajo en el poder legislativo es hacer visible la violencia institucional y pelear contra ella. De lo que va de la pandemia tuvimos más de100 casos de ejecuciones por elementos de las fuerzas de seguridad. ¿Es parte del ADN-Yuta o es falta de conducción civil en ese ámbito?
LG – “Creo que el problema de la policía y la violencia institucional en pandemia forma parte de uno de los problemas estructurales que tenemos. Por ejemplo, tengo un amigo que se refiere a la policía bonaerense como el “cachivache” y la describe al respecto como una fuerza mal formada, mal pertrechada, con un problema de corrupción enorme, y que en el marco de una pandemia cuando ellos están preparados para una tarea y de repente tienen que hacer otra, todos esos problemas se agudizan. Durante el primer periodo de aislamiento, la soledad de las calles genero mucha discreción y abuso de poder, creo que hace falta una reforma policial integral en cada provincia, en la provincia de Buenos Aires por supuesto porque es la fuerza policial más grande del país con cien mil hombres y mujeres. Estas reformas integrales son necesarias porque hacen falta que nuestras fuerzas policiales sean fuerzas profesionales, bien formadas, democráticas, bien pertrechadas, bien pagas, que puedan profesionalizar las tareas, que se alejen de los nichos de corrupción y que por supuesto sean respetuosas de los Derechos Humanos.
ON - ¿Qué desafíos tenemos desde el peronismo en esta difícil coyuntura regional?
LG – “El desafío para esta coyuntura del peronismo y del campo popular es en principio mantener la unidad que nos dio la victoria y que nos tiene que permitir encontrar la soluciones a los problemas de nuestro pueblo y la sociedad argentina. Esta unidad en la diversidad que nos permitió ganar pero que ahora nos tiene que permitir resolver los problemas que nos dejó Macri y los que nos está trayendo la pandemia. Una unidad para sacar a la Argentina adelante eso me parece que es central. Y el otro desafío que tiene el peronismo es no quedarse con resolver los problemas de esta coyuntura, sino empezar a proyectar ese país de los sueños que todos tenemos y empezar a caminar la senda de las transformaciones necesarias de fondo para consolidar la Argentina libre, justa y soberana, y como dice la marchita, reine en el pueblo el amor y la igualdad”.
ON – Formas parte de la generación que se suma a la política representativa con el kirchnerismo. ¿Qué le podes transmitir a les jóvenes que hoy dan sus primeros pasos en la militancia?
LG – No sé si puedo trasmitirles algo a los jóvenes y a las nuevas camadas de militantes. Lo único que puedo trasmitir es la convicción de que militar cambia las cosas, que organizarse y luchar transforma las condiciones objetivas que tiene nuestra sociedad para consolidar un espacio más justo o más injusto, depende de cómo se den las cosas, pero militar, organizarse y participar transforma la realidad y es posible lograr ese cambio si cada una de nosotras participa”: