La regeneración del Arroyo Medrano situado en el Parque Saavedra no podrá ser. Así lo estableció el Banco Mundial que, haciendo lugar al reclamo de las y los vecinos porteños que la rechazaron por ineficiente y relacionada directamente con la especulación inmobiliaria, desestimó la posibilidad de financiar la obra propuesta por Horacio Rodríguez Larreta.

La regeneración del arroyo situado en el emblemático parque de la ciudad, se trata nada más y nada menos que de la construcción de un arroyo artificial de 400 mts que atraviesa el parque. Desde el gobierno porteño se postula esta obra como la solución definitiva para el problema de las inundaciones.

Sin embargo, los y las vecinas la cuestionaron por ineficiente y porque, como todas las obras que promueve el gobierno amarillo de la ciudad, favorece a la especulación inmobiliaria. Estos argumentos se expresaron -inclusive- en una audiencia pública y en una carta que hizo las veces de demanda y, luego de esa convocat   oria, se hizo llegar al banco mundial. El pedido de la ciudadanía era concreto: revisar el financiamiento.

Lejos de que solo sea un rechazo, los vecinos también proponen una solución: desarrollar de una vez por todas el proyecto que se denomina “Reservorio 2”. Este sería el complemento del “1” inaugurado en el 2014 pero que, sin embargo, todavía nadie se explica por qué sigue demorado.  

Además, esta obra -argumentan los vecinos- serviría para la mitigación definitiva de inundaciones ya que, brindaría mayor capacidad para depositar agua, a la vez que no provocaría daños ni obstáculos para el uso del,  convocado parque de la ciudad y, en tercer lugar pero no menor, porque se trata de una obra que sería mucho menos costosa que la que se plantaba con la regeneración del arroyo medrano.

Así es que, el organismo internacional tomó esta carta y todos estos argumentos. Días atrás, confirmó que los fondos que fueran otorgados al gobierno de la ciudad mediante un crédito, no se utilizarán en el desarrollo de esta obra.

La decisión del BM se conoció a través de una comunicación escrita que se hizo llegar desde el Servicio de Atención de Reclamos a la Biblioteca Popular y Asociación Vecinal Cornelio Saavedra. La respuesta fue contundente: los reclamos de los vecinos fueron canalizados y, por ende, “los fondos del Banco Mundial no se utilizarán para ninguna actividad vinculada a esta intervención”.

El reflejo del gobierno porteño fue dejar “en stand by” el proyecto. Con el correr de los próximos días, se tendrá más noticias de cómo continuará esta situación. Por el momento, todo esto significa un freno al Jefe de Gobierno.