Oveja Negra

EL ACUERDO EN DISCREPANCIA Y LA CARTA DE INTENCIÓN CON MALAS INTENCIONES


08 de julio de 2019

Oveja Negra

El acuerdo comercial firmado por el Mercosur y la Unión Europea: condenándonos a ser meros productores de materias primas y alejándonos de nuestra soberanía e independencia.

Por Leandro Montti*

Las viejas nuevas prácticas del reordenamiento geopolítico mundial como consecuencia de la guerra comercial entre las grandes potencias comerciales (China-EE UU), nos pone en el siglo XXI frente al mismo desafío que nos cantaba en su triunfo Miguel Brasco: “90 buques mercantes, 20 de guerra”; es la continuidad de la destrucción del proyecto industrial del Paraguay del Mariscal Solano Lopez y nos obliga a resignificar la consigna que nos concede identidad como Argentina parte de la Patria grande que soñaron nuestros próceres: “Patria si, Colonia no”.

El entendimiento comercial firmado por los bloques del Mercosur y la Unión Europea (UE), dígase Macri-Bolsonaro-Lagarde, es la estrategia de las potencias y sus aliados locales de reconvertir a nuestros países en meros productores de materias primas, en favor de los sectores oligárquicos-terratenientes, en su mayoría ganaderos y de los agronegocios, exportadores de granos con sus puertos propios y comercialización trasnacionalizada, por consiguiente, poner fin a la industrias nacional, a las PyMes y al trabajo que estas generan y el debilitamiento de los sindicatos, abarrotando los mercados locales de productos extranjeros.

Los acuerdos comerciales son herramientas utilizadas por la mayoría de los países con el objetivo de complementarse en recursos, tecnología o productos, con un principio de reciprocidad entre los actores del compromiso; sino se transforma en un instrumento de dominación donde prevalecen los que poseen un mayor grado de desarrollo productivo y comercial, permitiendo al más débil solo entregar concesiones; ahora cuando este convenio es criticado por ambos bandos, es como cuando el árbitro del partido es malo, las dos hinchadas lo insultan, los agricultores Franceses se manifiestan en activas protestas por la invasión de productos del MercoSur, mientras las economías regionales y PyMes argentinas hacen lo mismo.

Con solo la retaceada información que se tiene de este convenio, o mejor dicho instrumento de la entrega de soberanía, se sabe que propone la desgravación arancelaria de sectores sensibles de la economía nacional y del MercoSur como autopartes, automotores, textiles, medicamentos, etcétera; amplificando las manifiestas desigualdades tecnológicas, financieras y productivas en favor de los productos europeos. Esto traerá acarreada la firma del acta de defunción de economías regionales como la láctea, vitivinícola, olivícola, citrícola, etcétera, ya que en el viejo continente están subsidiadas y protegidas con normas para-arancelarias, y nos enviarían los productos en contra estación. En cambio a nosotros nos quedaría el papel de productores de soja, maíz, trigo, pellet, aceites y carnes, para cristalizar el anhelado “granero del mundo”, para ello este gobierno ya tomó medidas concretas y proyecta otras que solo propinándole una derrota contundente en las urnas podremos frenar, como la de habilitar exportación de ganado en pie, superando y por lejos cualquier intento anterior de entrega de soberanía.

Este proyecto de miseria y entrega planificada nos embarulla con el cuento de la competitividad y las ventajas comparativas, ¿dónde están las ventajas? En la Unión Europea los productores agropecuarios tienen crédito a 30 años para compra de tierra, 17 años para maquinaria y 2 años labores culturales, mientras que por nuestros pagos los bancos públicos y privados se retiraron hasta de la financiación para compra de ganado en remates feria, no existe el crédito para la compra de tierras, los costos dolarizados de los insumos son prohibitivos y se destruyeron los instrumentos estatales de asesoramiento técnico y financiero con que contaban los pequeños y medianos productores agrícola-ganaderos que son los que producen el 70% de los alimentos que consumimos a diario, como la SAF (Secretaria de Agricultura Familiar), ProHuerta, INTA, SENASA, INTI, etc. Otros datos que ilustran las intenciones de este intercambio para profundizar las asimetrías y la entrega, es que Argentina exportó a Europa el año pasado, un 59% de manufacturas agropecuarias de bajo valor agregado, el 27% del total de lo facturado proviene de pellets de soja para forraje animal y las importaciones europeas, en cambio, fueron un 92% de manufacturas elaboradas con alto valor agregado.

En los últimos manotazos de ahogado de un gobierno que se está yendo y no puede mostrar ningún logro en favor de los laburantes, el pueblo sigue con la lógica Duranbarvista de la mentira y la imposición de temas que seducen a lo que el maestro llamaba tilinguearía, como un próximo acuerdo de libre comercio con EE UU demostrando apuro y desesperación electoralista. A esto debemos imponernos con un proyecto nacional que genere trabajo, fortalezca el mercado interno, genere excedentes exportables, coloque al interés nacional y de la Patria Grande como objetivo superior de nuestro próximo gobierno, materializado en la fórmula de la unidad del peronismo y otros sectores que es FERNANDEZ-FERNANDEZ, para seguir honrando nuestro sentido de nación y federalismo, haciendo efectiva la letra que entona: “Que lo parió a los gringos, Juna’igran siete, navegar tantos mares, venirse al cuhete”.


*Médico Veterinario, militante de Descamisados Goya, Ex trabajador de la SAF (Secretaria de Agricultura Familiar)

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