[ENTREVISTA] “La necesidad de construir un relato de victoria por parte del gobierno responde a la intención de seguir avanzando en políticas de ajuste”
19 de octubre de 2017
Oveja Negra dialogó con el candidato a diputado nacional Agustín Rossi sobre el resultado de las PASO en la Provincia de Santa Fe, la manipulación fraudulenta de los resultados por parte del gobierno, las expectativas para este 22 de octubre y la etapa post electoral.
¿Cómo se vivieron las PASO en la Provincia de Santa Fe?
La primera cuestión para analizar nos remite a las mesas testigo del socialismo, que alrededor de las 21 hs. anunciaban el triunfo de Cambiemos en la Provincia. Se trata de un mecanismo que ya ha sido bastante cuestionado en varias oportunidades, porque el resultado arrojado terminó siendo erróneo. Las mesas testigo jugaron en la provincia de Santa Fe el mismo rol que jugó Massa reconociéndole el triunfo anticipado a Cambiemos. A las 23 horas, la carga de las mesas se frenó en el 72%, y a las 2 de la mañana esto no se había modificado. Lo que estaba pasando era que a esa altura estaban cargadas el 100% de las mesas de la ciudad de Santa Fe, donde Cambiemos había hecho una buena elección, y estaban solamente cargadas el 35% de las mesas de la ciudad de Rosario, donde el Frente Justicialista había hecho una muy buena elección. Poco antes de las 3 de la mañana, y a partir de mi salida en un medio de comunicación, empezaron a cargar los votos de Rosario. Se empezó a achicar la diferencia, y cuando se superó el 97% de las mesas (cera de las 5 de la mañana) pasamos a ganar por medio punto, y ahí se frenó el escrutinio provisorio. Yo estoy convencido de que hubo una manipulación maliciosa de los datos, con la cual el gobierno quiso comunicar esa noche que ganaba en los cuatro distritos electorales más importantes del país: Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
¿Cuál podría ser el objetivo del gobierno con esta comunicación de un resultado prematuro y distinto al definitivo?
En cierta medida, la necesidad de construir un relato de victoria por parte del gobierno responde a la intención de seguir avanzando en políticas de ajuste. El gobierno intentó mitigar la derrota tanto en Santa Fe como en la provincia de Buenos Aires, en esta última, para evitar el titular que consagraría a Cristina como ganadora, en los días que siguieron a los comicios. El objetivo fue generar el efecto que finalmente se generó -el domingo a la noche- alimentando la euforia de que el gobierno había ganado en todo el país, lo que no fue así. Y uno podría coincidir en que el oficialismo puede estar conforme con el resultado electoral, pero es muy relativo. Si hacemos un análisis más profundo, esta es la primera elección intermedia del gobierno, y si uno la compara con lo que sucedió en el pasado, los votos que obtuvo Cambiemos están muy por debajo de lo que han obtenido oficialismos anteriores en su primera elección intermedia. Además, en un escenario de polarización atenuada, predomina el sentimiento opositor antes que el de apoyo a la gestión del gobierno. Y nuestra identidad es fuertemente opositora. Tras las PASO se afianzó ese escenario donde la única fuerza política capaz de frenar al gobierno es el justicialismo en sus distintas variantes, poniendo de manifiesto cuáles son las políticas que Macri quiere continuar y profundizar. Hoy en día existe un oficialismo en la Argentina, con intenciones hegemónicas, con un apoyo importante del partido judicial, y un casi infranqueable cerco mediático, a lo cual solo podemos enfrentarnos con la unidad de la oposición, y con mayores esfuerzos de articulación en los tiempos que se vienen.
¿Cuál es la experiencia que te dejaron estas elecciones primarias, en relación a la anterior disputa electoral del año 2015?
Principalmente la territorialidad. La política no se hace en mesas de café ni en sets de televisión. Se hace recorriendo el territorio, poniendo el cuerpo, escuchando más que hablando, aprendiendo más que enseñando. Ese fue el camino que estuvimos recorriendo en este último año y medio. Y así llegamos a verificar que el sujeto social construido durante el kirchnerismo, es mucho más amplio de lo que nosotros mismos creemos. La realidad es que todo lo que venimos construyendo y que permitió sostener esta campaña, se nutrió de pura militancia, pese a la falta muchas veces de recursos o de logística. El cuerpo a cuerpo, las caminatas por los barrios, los encuentros con los vecinos, nos dejaron una importante enseñanza que incluso trasciende lo que fue el resultado electoral de las PASO.
¿Cuáles son las perspectivas para esta próxima etapa electoral?
Yo creo que tenemos que salir a convocar a toda y a todo argentino que tenga una mirada crítica sobre el modelo que está llevando adelante el gobierno. Tratar de mostrar que el Frente Unidad Ciudadana en la provincia de Buenos Aires, y el Frente Justicialista aquí en la provincia de Santa Fe, son las mejores y las únicas opciones para poder ponerle un freno al ajuste, acorde a los resultados que hemos podido ver en las primarias. Si el macrismo ya viola todo precepto institucional, si llegase a consolidar en todo el territorio nacional la hegemonía que buscan, vamos a estar realmente muy complicados, desde el punto de vista institucional, pero también económico. Como dijo Cristina recientemente en un acto en Florencio Varela, hasta ahora vivimos un ajuste, pero después del 22 de octubre se viene el “ajustazo”, y efectivamente ya fueron anunciados aumentos en la luz, en el gas, antes de fin de año, lo cual claramente demuestra que si el gobierno gana las elecciones, la política económica va a seguir este mismo rumbo, y va a seguir dañando a los argentinos. Nosotros ya anunciamos que, en el caso de ser electos, llevaremos al Congreso como primer proyecto el congelamiento de las tarifas de servicios públicos, que se han vuelto ya impagables para el conjunto de la sociedad argentina.