por Amado Boudou *

Caracterización del momento

Tres cuestiones determinan el momento histórico y atraviesan en forma determinante toda la actividad humana:

En el espacio de lo material

Utilización masiva de las nuevas tecnologías que reemplazan trabajo y automatizan tareas.

Esto provoca, además de efectos específicos en el mundo del trabajo, una concentración económica y de poder crecientes, consolidando la hegemonía simbólica y el “sentido común” individualista y meritocrático imperantes.

En el espacio de lo institucional

Entronización del sistema financiero como articulador central de todo el proceso social.

No solo en cuestiones tradicionalmente consideradas parte del campo de la economía (actividades de producción, intercambio y consumo), sino también en las cuestiones políticas, de relaciones internacionales, sociales y sectoriales (educación, salud, servicios sociales, obra pública).

Todo se piensa y organiza desde la lógica financiera, evitando razonamientos productivos, de solidaridad, artísticos, deportivos, de ocio y de largo plazo.

Esta situación viene acompañada y reforzada por una arquitectura financiera internacional que coloca a las calificadoras de riesgo, las corporaciones de crédito y los organismos multilaterales por encima de las instituciones democráticas, muchas veces sometiéndolas. Hoy la estructura legal neoliberal no busca un Estado Mínimo que libere al individuo a su suerte sino, muy por el contrario, un estado poderoso y omnipresente que defienda el capital y la propiedad congelando la mala distribución del ingreso e impidiendo la inclusión y movilidad social ascendente.

En el espacio de lo psicológico y sociológico

Economización de toda la actividad humana.

Este punto no se refiere a la obviedad “a la gente le importa el dinero”. Cada decisión que se toma (o que toman por unx) está filtrada por el razonamiento del estado actual de la economía ortodoxa en forma consiente o inconsciente. Una supuesta racionalidad determina los que “está bien o mal” en forma hegemónica. Lo económico ha suplantado en el autoanálisis y en la convivencia, lo que en otros tiempos fue la religión o la autoridad como principios rectores.

Esto provoca que el ser humano pase a ser una especie de máquina (la idea de capital humano) y que su racionalidad esté teñida de actitudes empresariales.

En este contexto:

La reflexión y acción política requiere centrase en ejes que se concentran en las cuestiones de objetivos tácticos y estratégicos de la Política como tal, no aceptando la reducción de “lo político” al campo meramente electoral, las discusiones de corto plazo y de administración del Estado.

Es necesario romper el cerco dentro del cual se ha circunscripto el “debate político”. Este no puede excluir de ninguna manera las cuestiones estructurales y la necesidad de transformarlas.

En este sentido estamos convencidos que los ejes mínimos para el debate y la acción política deben incluir el siguiente programa:

1 Aumentar la igualdad

a. En forma cualitativa: legislación que consolida y amplía derechos.

b. Cuantitativa flujo: mejora en la distribución del ingreso.

c. Cuantitativa stock: mejora en la distribución de la riqueza.

d. Protección del Trabajo frente al Capital.

2 Aumentar los grados de autonomía de la Nación

a. Redefinición de la política exterior.

b. Educación popular, en especial para la igualdad de género.

c. Desendeudamiento.

d. Diversificación de exportaciones.

e. Protección de la industria nacional y creación de nuevas actividades.

3 Alinear el sistema financiero al objetivo popular, democrático y nacional

a. Normativa de regulación del sistema

b. Creación de un Banco de Inversiones

c. Creación de un Banco de Acción Cooperativa

d. Reglas para el flujo de capitales

4 Alinear los recursos estratégicos al objetivo popular, democrático y nacional

a. Reglas para el comercio exterior

b. Utilización de subsidios para mejorar la distribución del ingreso

c. Utilización de subsidios para el desarrollo territorial y la competitividad de empresas nacionales

d. Cuidado del medio ambiente, con eje en el desarrollo de la comunidad

e. Tratamiento de la tierra periurbana en el marco del desarrollo demográfico y la integración territorial

La praxis política para la Argentina post 2019

Dado todo lo precedente Argentina requiere un gobierno que:

• Gobierne y no administre.

• Realice un balance adecuado de la ecuación contexto-grados de libertad-rupturismo-acumulación de poder popular, como cuestiones dinámicas.

• Solucione la restricción externa sin tomar el tipo de cambio como único instrumento (apuntar a transformaciones estructurales).

Se describen a continuación acciones concretas que cumplen uno o varios de los axiomas en forma concomitante.

i- Shock distributivo: aumento de salarios, jubilaciones e ingresos para desocupados, compensando las pérdidas de la etapa Macri.

ii- El Estado como “empleador de última instancia”, por diversos mecanismos tanto directos como mediante direccionamiento del crédito. Enfasis en el impulso al empleo privado.

iii- Política exterior: la prioridad es la relación con Nuestra América, China y Rusia. Enfocarse en las relaciones bilaterales. Reemplazo de mecanismos de financiamiento de mercado por aquellos que financien intercambios de la economía real (sea capital o bienes y servicios). Defensa irrestricta de la soberanía territorial y en la toma de decisiones.

iv- Renegociación de la deuda emitida por la administración Macri (quitas, aumento de plazos y baja de tasas de interés). Negociar una nueva estructura de madurez que contemple el riesgo de posibles descalces mediante emisiones indexadas al crecimiento del producto (en general) o de las exportaciones (en particular).

v- Administración del comercio exterior, implementando ENCE (Empresa Nacional de Comercio Exterior) que actúe como protectora de la producción nacional con eje en las pequeñas y medianas.

vi- Implementación de un plan de infraestructura. Terminar con los PPP. Ninguna participación de bancos de inversión como estructuradores o intermediarios en formatos de participación devolviendo al FGS su rol en materia de financiamiento de proyectos de largo plazo.

vii- Adecuación de la normativa cambiaria y de inversiones.

viii- Nuevo régimen de remisión de utilidades, el principio es que “quien facture en el mercado interno realice sus utilidades en pesos”.

ix- Fomento público para el nacimiento de industrias estratégicas (nuevas empresas públicas) y fundación de un Banco de Inversión (utilizando el BICE fondeado por el FGS).

x- Adecuación del régimen de comercio exterior, tendiente a una mayor presencia del Estado en función de una justa distribución de la renta.

xi- Estatización de los servicios públicos para que las tarifas sean un eje estratégico del desarrollo argentino (tanto en el consumo como en su rol de insumos difundidos) y no una variable de rentabilidad empresaria.

xii- Nueva normativa para comercios de gran superficie (Supermercados y Shoppings).

xiii- Nuevo sistema impositivo (progresividad, fomento de lo nacional, premio a la inversión en la economía real).

xiv- Nueva distribución de recursos públicos federales, con eje en igualar los presupuestos municipales per cápita.

xv- Fortalecimiento del intercambio comercial en monedas locales.

xvi-Creación de YNL (Yacimientos Nacionales de Litio).

xvii-Creación del Banco de Desarrollo Cooperativo (banco público que presta a cooperativas ya existentes y fondea emprendimientos cooperativos nuevos).

xviii-Asignación de 3 millones de lotes con infraestructura destinados a la autoconstrucción de viviendas (en cuatro años).

xix-Construcción de 1 millón de viviendas por sistema cooperativo (en cuatro años).

Nota original de la Revista Utopías que Amado Boudou integra.