Oveja Negra

Reformar la Escuela Media no es un tema secundario


29 de octubre de 2017

Oveja Negra

Por Raúl Moroni*

Frente al proyecto de reforma de la escuela media que plantea el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, surgen algunas observaciones que considero importante exponer.

En primer lugar es preciso reconocer que la escuela media actual necesita cambios ya que no cumple con  objetivos históricos  como, preparar para  los estudios superiores y orientar para el mundo del trabajo, por tomar solo dos aspectos. Asimismo no puede objetarse que un gobierno democrático decida introducir modificaciones en el sistema educativo o en  sus planes y programas de estudio. (Ley 33 CABA)

Sin embargo, los cambios   estructurales requieren  el respeto de las  transiciones necesarias a partir  de procesos contextualizados.

 Ello requiere conocimientos espacios y tiempos de realización, comenzando por una consulta a la comunidad educativa así como a todos los actores que de una forma u otra intervienen en la educación, algo que además indica la Constitución de la Ciudad  Buenos Aires en su artículo 24°.

Asimismo, la continuidad de un proyecto como el de la Nueva Escuela Secundaria (NES), se vería como mucho más seria y eficiente si se la realizara a partir de una evaluación de su primera etapa, lo que permitiría al Ministerio de Educación orientar acerca del cómo, cuándo y cuáles son los aspectos  a trabajar a futuro. 

Un aspecto central del proyecto es la enseñanza enfocada desde Áreas que convocan a diferentes disciplinas, en lugar de materias. Ello  puede resultar un ejercicio  formativo si se procede con la prudencia que lo que está en juego implica. De lo contrario complicaría aún más los ya débiles procesos de enseñar y aprender del secundario.

En la actualidad  los  Institutos de Educación Superior sustentan sus planes de estudio en la enseñanza por disciplinas, lo que lleva a pensar que habría que comenzar por allí, y no apresurar las etapas del cambio.

Por otra parte incluir en Áreas de trabajo materias como matemática, lengua e inglés que, según las estadísticas  resultan en los dos  primeros años ser principales causales de repitencia, no parece lo indicado. Justamente a estas materias así como al resto de las disciplinas  les hace falta atravesar una transición y un cambio profundo  en la Formación de los Docentes y la posibilidad que estos realicen trabajo institucional  aprovechando los beneficios que hace posibles la Ley 2905 CABA  (Régimen de Profesores por Cargo).

Con el resto de las materias ocurre algo parecido. Aprender a enseñar desde la interdisciplina es más complejo y lleva su tiempo llegar a una síntesis conceptual factible de ser comprendida por los alumnos. 

La mayoría de los cambios en el nivel han fracasado por improvisar y por la inexistencia de planificaciones  previas, connotadas seguramente por las urgencias políticas, cuando estos temas deberían ser considerados cuestiones de Estado.

Los aspectos mencionados por sí solos  justifican, no una demora ni un abandono de la idea de cambio, sino el comienzo de una primera  etapa de preparación cuyos tiempos exceden largamente el período que media para el inicio del ciclo lectivo 2018.

El mito de las Pasantías

Una discusión  que ha retomado el debate en general es la vinculada con las pasantías.

La pasantía es un complemento práctico necesario -aunque no indispensable-de la Orientación y /o especialidad del Ciclo Superior que cursan los alumnos. Debe tener siempre carácter formativo y ser voluntaria.

En la escuela media no puede ser obligatoria porque podría ocurrir que a los alumnos o sus familias no les parezca prudente salir de la escuela para realizarlas. Sin embargo en la escuela técnica sí es prioritaria para la formación técnico -profesional de los jóvenes por tratarse de Especialidades y no de Orientaciones, aunque siempre relacionadas con la formación en el área curricular correspondiente.

Deben realizarse además en períodos cortos no mayores de 3 o 4 meses y en los contra turnos, tratando de que puedan acceder a ellas todos/as los jóvenes que así lo deseen.

El Ministerio de Educación de  la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con la Ley 3541 de Prácticas Educativas Pre profesionales. Una Ley hecha a la medida de la escuela secundaria a modo de impedir que los estudiantes sean utilizados en beneficio de las empresas.

No debería insistirse con la pretensión de pasantías obligatorias masivas ya que no solamente se tornaría difícil encontrar empresas , organizaciones , etc. para absorber -siempre en el marco de la Ley 3541- a la totalidad de los jóvenes que cursan el 5° o 6° año de todas las escuelas secundarias.

Además tal acción perjudicaría la organización en términos de tiempos, del quinto año, en el que al igual que en los restantes años deben impartirse conocimientos entre los que no podrán estar ausentes ni la Literatura Argentina Contemporánea ni la Historia Argentina Contemporánea.

Debe tenerse en cuenta que el último año de la secundaria es el de la culminación del proceso de la enseñanza obligatoria y que en el mismo deben existir acciones de ambientación para el desempeño en la Educación Superior futura. No es tan importante la cursada de materias del CBC - ya que ello iría en desmedro de saberes específicos del quinto año-como la ambientación que los alumnos del secundario deben tener para que ese rito de pasaje entre un nivel y el otro deje de ser  traumático como lo es en la actualidad. Igualmente deberá procederse con el nivel primario.

Inclusive para una transición, los tres últimos años del secundario bien podrían funcionar con un sistema de cursada y asistencia por materia con el acompañamiento de tutores como para acercarse al ritmo universitario o terciario no universitario.

No hay que dejar de lado -cualquier rector/a lo sabe- el tiempo que absorbe el período y clima pre-viaje de egresados , el viaje en sí mismo y la etapa post-viaje donde resulta difícil a directivos y profesores recuperar los ambientes de aprendizaje.

En síntesis , el quinto año debe tener un carácter esencialmente académico con los aspectos laterales mencionados, entre ellos las pasantías. Lo contrario puede poner en riesgo la continuidad de los estudios superiores.

Sobre la enseñanza virtual y otras cuestiones

No hay dudas acerca de que la posmodernidad nos muestra  un mundo en el que la escuela comienza a no ser el lugar  exclusivo para educarse.  Sin embargo en nuestro país este tema aún precisa tiempo de discusión.

Lo cierto es que en la actualidad y particularmente en algunos lugares, ciudades, regiones, y barrios , la escuela continúa siendo el mejor ámbito para el desarrollo de los procesos de enseñanza aprendizaje. Un lugar de convivencia y contención que todavía no ha podido ser igualado.

Existen gran cantidad de hogares o lugares de residencia en los que la familia estimula, en otros estimula y acompaña , y en otros está absolutamente y por diversos motivos ausente.

De allí que al mencionar el aprendizaje autónomo apoyado por tutores y/o facilitadores que “darán clase” desde una computadora para que  el joven desde su casa pueda formarse igual que en la escuela es una afirmación equivocada. Además primero, habrá que educar para la autonomía.

La figura del maestro o del profesor siguen siendo muy importantes, aunque deberán cambiarse formas y fondos de cómo ejercer la docencia, no porque no se ponga en ello la mejor voluntad, sino porque solo con eso no alcanza para educar  a los jóvenes del secundario que ya disponen de otros canales por donde les llega la información.

Por ello no debe hablarse solamente de enseñar capacidades a los alumnos sino asimismo a los docentes. Y atención, que capacidades con reducción de contenidos no sería más que vaciar de conocimientos la escuela secundaria.

Si hablamos de capacidades hay que mencionar las requeridas para formar en el pensamiento crítico , en las habilidades para el diálogo,  la lectura y comprensión de textos,  el cálculo,  la capacidad de transformar , de autoconocimiento, la autorregulación de la conducta, la empatía, autonomía, etc.

Estos aspectos van de la mano de una formación en valores en contextos educativos y modelos de convivencia aún más profundos que los que marca la Ley 223 de Convivencia escolar. En estos contextos, la democracia, solidaridad, cooperación, participación, el trabajo en colaboración, por tomar algunos ejemplos, se convierten en valores que van de la mano de las capacidades  ya que sin ellos y los contenidos la educación comienza a convertirse en algo diferente.

En este sentido cabe proponer la existencia de un Area de Formación Ciudadana carente en la secundaria ya que las materias que pretenden realizarlo no alcanzan ni a enseñar porqué un alumno es un sujeto de derecho, que no  es por el solo hecho de votar. Esto solo no es suficiente sino hay pensamiento crítico que permita decidir a la hora de enfrentar dilemas y decidir, en la escuela y en la vida.

Finalmente, si la reforma realmente lo será, los especialistas opinarán cómo abarcar en el cambio la totalidad del Régimen Académico tradicional, que lleva años sin ser modificado integralmente. No podrá quedar excluida la formación de Directores y Supervisores ya que para conducir las instituciones habrá asimismo que aprender a hacerlo, pues se tratará de escuelas diferentes a las actuales. Obviamente deberá ser modificado el sistema de ascensos por oposición y antecedentes ya que el mismo no garantiza capacidad para el oficio o tarea de conducir.

Como puede observarse son bastantes los aspectos a tomar en cuenta a la hora de cambiar la escuela media que -como titulamos en esta colaboración- no es un tema secundario. 


*Supervisor Educación Media – Ex Director  Educación Media y Técnica CABA. 

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