Así lo dijo el Presidente Macri al cerrar la 22° Conferencia Industrial Argentina con un claro mensaje hacia los grandes capitales industriales. En el 2017 comienza la segunda etapa del ajuste. 

“Les dije que el punto de partida iba a ser difícil, me quede corto. La situación del país era infinitamente peor de la que imaginábamos” apunto a los pocos minutos de comenzar, insistiendo con la vetusta pesada herencia, que va quedando cortísima como justificativo excluyente de las medidas regresivas llevadas adelante por el gobierno nacional.   

Con un optimismo que no coincide con los datos de la realidad, dijo que “lo bueno es que en el 2017 vamos a crecer, claramente vamos a crecer, porque hemos echado las bases”. La rentabilidad extraordinaria de los bancos, los cuales embolsaron en los últimos diez meses 57 mil millones de pesos, un 44 %  más respecto del mismo período del año pasado, muestra claramente cual es la orientación del modelo económico, que apunta a la valorización y especulación financiera y no al desarrollo productivo.

Productividad y competitividad fue otro de los temas abordados por el Presidente. “En esa mesa el primero que tiene que dar el ejemplo, el primero que tiene que poner el esfuerzo, es el gobierno, es el Estado” dijo y se preguntó “qué vamos a recortar, esa es la discusión que comienza en el 2017”. Así de claro fue con las necesidades que tienen nuestros empresarios, a quienes les volvió a insistir: “tenemos que sentarnos en la mesa y discutir todos los convenios laborales devuelta”.

El gobierno nacional va planificando la segunda etapa de implementación de políticas económicas para generar el “clima de negocios”. Los trabajadores y trabajadoras son su principal variable de ajuste.