Macri: Subordinación y valor(ización financiera) II
22 de enero de 2018
Segunda entrega del análisis de Horacio Rovelli. En esta segunda parte analiza el marco de inserción global con el que se arrodilla ante los poderosos el Gobierno de Mauricio Macri.
Macri: Subordinación y valor(ización financiera)
El modelo de acumulación y distribucióon mundial, y el rol que Cambiemos y el sistema financiero nos dejan.
por Horacio Rovelli *
EL ROL DE LA ARGENTINA DE CAMBIEMOS EN LA ECONOMIA INTERNACIONAL
En los dos años que ha gobernado Cambiemos la deuda creció en más de 129.000 millones de dólares, las Reservas Internacionales del BCRA lo hicieron en menos de 30 mil millones, lo diferencia (unos 100.000 millones de dólares) se usó para financiar los déficit fiscal y comercial de esos dos años, y para que los sectores de mayores ingresos compren dólares baratos para atesoramiento sacándolos del circuito local.
Paralelamente nuestra industria sufrió la suba de costos por el incremento constante de las tarifas energéticas y del combustible y sobre todo, por la desigual competencia de los productos importados subvencionados por el dólar atrasado por el “carry trade” y la deuda externa que financian los déficit gemelos y la fuga de capitales mencionadas en el párrafo anterior.
Déficit que en el año 2017 fueron record (nunca se alcanzó en el país esas cifras) en ambos casos medidos en dólares, el fiscal nacional (que es en pesos) supera el equivalente los 33.000 millones de dólares y, el de la Cuenta Corriente (que es en divisas) supera los 26.000 millones de dólares y ambos, así como está planteado el problema por el gobierno de Cambiemos, no tienen ninguna posibilidad de revertirse y si en cambio de profundizarse
Obviamente dentro de la industria se eximen aquellas corporaciones que están en las dos puntas (importan, producen y comercializan en el país) como es el caso de las automotrices que encima gozan del draw back (devolución de los aranceles de los insumos que importan cuando venden al exterior el producto final) en los dos países, por ejemplo en Argentina y en Brasil, eso hace que se tenga record de venta de autos comercializados pero con menor producción nacional, y que Cristiano Ratazzi, nieto del fundador de la FIAT, diga que al gobierno de Macri le pondría nueve puntos y medio, porque ellos hacen pingues negocios pero a costa del cierre de autopartistas y suspensión y despido de trabajadores del rubro. Gran parte del sobre stock de vehículos terminados en el país vecino lo vienen comprando sistemáticamente las filiales de esas empresas en la Argentina.
El resultado es el cierre de fábricas y talleres, la suspensión de trabajadores y hasta el despido, como lo reconoce el Ministerio de Trabajo de Jorge Triaca que informa que a octubre del año pasado y en la gestión de Macri, se perdieron 65.700 puestos registrados en la industria.
En un marco donde tenemos serios problemas para colocar nuestra producción en el mundo, que consiste básicamente en oleaginosas y cereales con sus respectivas manufacturaciones, minerales (extraídos y exportados sin muchos controles) y algunos enclaves industriales, estos últimos más fruto de la conformación de la cadena de valor por tratarse de empresas extranjeras que por virtud, representando en conjunto (el total de las exportaciones del año 2017) solamente el 0,4% del comercio mundial, sin embargo en ese año la Argentina recibió el 20% del total de préstamos concedidos en todo el planeta, cuando se tuvo un déficit comercial de 8.000 millones de dólares y un déficit en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos de 26.000 millones de dólares como se dijo anteriormente.
Después de generar renta financiera con el carry trade por la diferencia entre la apreciación del dólar, muy menor a la inflación y a las tasas de interés (sobre todo de las LEBAC que fue el principal instrumento financiero del gobierno de Cambiemos), el gobierno que no sabe cómo frenar el mecanismo que ellos mismos crearon y que hizo que se tenga que pagar intereses por LEBAC en pesos, pero por el equivalente a unos 16.000 millones de dólares en el año 2017, decide acordar con los que Macri define como el “Círculo Rojo”, que serían los grandes productores y exportadores agropecuarios, y ciertos enclaves industriales, que dependen de ingresos financieros que solo llegan si se le pagan altos interés en moneda dura, y ellos deben “sufrir” el atraso cambiario que no les permite ganar lo que quieren ganar por sus ventas externas y/o perder mercado interno por las importaciones a precio vil, acuerda cierto ajuste del valor del dólar, para lo cual se ven obligados a no seguir subiendo la tasa de interés interna.
Tasa de interés que por otra parte de dejarle administrar al sector financiero puede llegar a valores astronómicos y con ello ser más confiscatorio del capital productivo y generar mayor atraso cambiario. Pero un país periférico y abierto como el nuestro la suba del dólar y la baja de las tasas tienen un límite cuando las expectativas de inflación aumentan y se empieza a deteriorar el poder adquisitivo de los salarios, máxime cuando le permiten a los exportadores liquidar sus operaciones cuando ellos quieran, con lo cual lo que debería ser la oferta “natural” de divisas puede o no generarse a gusto de las 750 empresas (muchas de ellas conforman holding) que generan el 90% de las ventas externas del país
Estamos ante un mundo que se reconvierte, donde los EEUU y los otrora países centrales requieren inversiones en tecnología (por ende bajan la tasa del impuesto a las ganancias de las empresas de punta, sobre todo las del campo informático, y no se puede descartar que suban sus tasas de interés para atraer capitales) donde China y los demás países del este asiático apuntalan su producción y se ponen metas de avance en el conocimiento, nuestro país pretende seguir vendiendo granos y alguna otra comodities e importar todo lo demás, lo que es funcional (subordinándose) al mundo, pero sin presente ni futuro para la Nación.
Históricamente está demostrado que la Argentina creció y distribuyó mejor el ingreso, cuando se dedicó a producir bienes industriales que generaron a su vez más y mejores puestos de trabajo, y decrecemos sin piso y sin fin cuando los sectores dominantes apuestan a la lógica de los mercados internacionales y genera negocios como el “carry trade”. Si fuera por ellos Corea del Sur debía seguir produciendo cestitas para los turistas y no ser la gran potencia industrial que es. Solamente defendiendo nuestro mercado interno, el trabajo y la producción nacional, se garantiza un mejor presente y futuro para todos y no el “negocio” para unos pocos (ganancia que sistemáticamente fugan del país) a costa de la exclusión y marginalidad de resto de los argentinos.
La alianza Cambiemos recibió el 41% de los sufragios de los que votaron con un gobierno pro capital (que empodera a los empresarios como dice Gustavo Grobocopatel), sin un programa, sin proyectos claros, más allá de la mentira de la “lluvia de inversiones” y ahora del modelo Público Privado de inversión pública y la sarta de promesas y buenas intenciones que dicen en los medios, pero sin fundamentos y sí siguiendo los pasos de los gobiernos militares, de Menem y de De la Rúa, que son los que acuerdan y se subordinan con el capital financiero internacional y así nos fue. Encima pide que le den tiempo, si tiempo para seguir fugando capitales y empobreciendo a la población.
Subordinación al capital financiero internacional que se torna cada vez más cruel, dado que las nuevas “libras de carne” del Mercader de Venecia se la extraen del pueblo argentino y de sus recursos. Solamente generan mayor tasa de ganancia si bajan los salarios (presentes y futuros, incluido el haber previsional), cambian desmejorando las condiciones de trabajo, y se aceptan los aumentos de precios y de interés impuesto por el gran capital que opera en el país. Saben que el modelo es insostenible y solo le van a conseguir créditos a cambio de las privatizaciones del agua, de Vaca Muerta, de las reservas de litio, del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES y de todo recurso que puedan conseguir, incluida la nueva ronda de capitalización de las jubilaciones de mayores ingresos.
El Ex juez Eugenio Zafaroni tiene toda la razón, son nefastos y gobiernan tontamente y solo para los ricos, lo mejor que pueden hacer es dejar de usufructuar un gobierno al que han llegado por el engaño y la complicidad de los grandes medios de comunicación, pero el campo nacional y popular debe ser capaz de generar una alternativa cierta, como lo fueron los años del kirchnerismo.
El Kirchnerismo con sus errores y sus aciertos impulsó el mercado interno, defendió el trabajo y la producción nacional y fue capaz de generar nuevos mercados para nuestra producción basándose en los acuerdos del MERCOSUR, del UNASUR, de la CELAC, de convenios de inversión y comerciales con China y Rusia, de abrir nuevos mercados fuera de la subordinación al capital internacional, que permitieron tener record de exportaciones (medidas en dólares nunca se obtuvieron las cifras de ventas externas de ese período) y dentro de ella de productos industriales, poniéndose afuera del alcance de las garras del capital financiero internacional.
La culpa del Kirchnerismo fue tratar de hacer un país independiente y pretender disciplinar a la clase empresaria, por ejemplo con los acuerdos con China, que los obligaba a tener que reinvertir al menos parte de su renta, si aprovechando las ventajas naturales que tenemos pero incorporando constantemente nuevas tecnologías y aumentando considerablemente la escala de producción, solos o asociados, para satisfacer la creciente demanda que dicho acuerdo estratégico e integral significaba.
Salvando el tiempo y la distancia, fue como los acuerdos que firmó con Rusia José Ber Gelbard en 1973 y 1974, incluso obligando a las empresas norteamericanas a venderles a los países socialistas cumpliendo órdenes nacionales por estar radicadas en nuestro país. Basto eso para que la conspiración tomara cuerpo, forma y dirección
Antes por golpe militar y ahora por la debilidad ideológica de gran parte de nuestra población, troncharon el camino recorrido, debemos retomarlo más temprano que tarde por el pueblo argentino y todo lo que ello significa.
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* Horacio Rovelli es Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires. Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA)