Nunca más ciertas las palabras de Hugo Giménez Agüero, cantautor patagónico:

“Amanece en el Sur

Y en las nevadas

Vienen las viejas huellas del abuelo

Que se murió esperando

Que se cumplan

Las promesas que siempre nos hicieron”…

Por Susana Parodi

Y así el 18 de junio pasado leemos en Ambito.com una nota alarmante: La Patagonia se quedó sin vuelos de la estatal LADE. Y sigue la nota diciendo:

“El titular de la Fuerza Aérea Argentina brigadier general Enrique Amrein ordenó suspender todos los vuelos de los aviones SAAB 340B de Líneas Aéreas del Estado, LADE.

La empresa, según se lee en la página oficial, es "un organismo de la Fuerza Aérea Argentina que sostiene desde sus orígenes un fuerte compromiso con la comunidad patagónica, vinculado con el fomento aerocomercial en servicio de la promoción, comunicación y ayuda a las poblaciones más alejadas de los centros urbanos". La decisión de dejar en la base de Comodoro Rivadavia hasta nuevo aviso los 2 únicos aviones SAAB 340 B en uso de los 4 que contaba LADE, responde al "hallazgo" reciente de que no se cumplió en tiempo con la inspección (overhaul de vida útil) que establece el fabricante para el conjunto del tren de aterrizaje. Se sobrepasó en dos años la fecha fijada para la inspección del mecanismo".

Ante tales irregularidades y el peligro que ello significa para pasajeros y tripulantes los pobladores patagónicos se quedan sin vuelos.

“Actualmente LADE con los bimotores SAAB de 34 pasajeros cubría frecuencias uniendo las localidades patagónicas de Comodoro Rivadavia (Chubut), Río Gallegos (Santa Cruz) y Río Grande (Tierra del Fuego). La carencia endémica de un presupuesto acorde a las necesidades operativas diezmó la flota de SAAB en un cincuenta por ciento. Ante la falta de repuestos la fuerza optó por jibarizar dos ejemplares para que sobrevivan los restantes que ahora también quedaron inoperativos por el "olvido" en la inspección de los trenes de aterrizaje”.

Quizás desde los grandes centros poblados como la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano es difícil comprender la dimensión del problema que acarrea la interrupción de los servicios de LADE. Al respecto diré que es la única empresa aérea que conecta los pueblos patagónicos entre sí. El transporte terrestre es malísimo, falencias en el mantenimiento de los micros acarrean falta de calefacción, demoras importantes y a veces quedarse a mitad de camino. Todo esto en un territorio donde  las distancias entre un pueblo y otro son muy extensas y la intemperancia del clima (ráfagas de viento de más de 100 Km y fuertes nevadas, más el estado de algunos caminos que aún son de ripio) hacen el viaje terriblemente tortuoso. Solo para ejemplificar agrego que para unir Ushuaia con Río Gallegos se tardan 13 horas en esos micros “ruinosos” como los definen los lugareños.

A esto se suma que seguimos uniendo nuestro territorio continental e insular, Santa Cruz - Tierra del Fuego por territorio chileno, esto no solo es un descuido incalificable del Estado hiriendo nuestros principios soberanos sino que entorpece la vida de los patagónicos pues la aduana chilena cierra sus puertas a las 22.30hs todos los días, aún en temporada que es casi de día en esos confines, no pudiendo pasar hasta el otro día. A esto se suma que si hacen huelga, cosa que sucedió hace poco tiempo durante 15 días, no se puede pasar.

Todo esto por otra parte es ilegal puesto que en el año 2012 el Congreso de la Nación promulgó la Ley 26776 sobre Integración Territorial cuyo texto definitivo dice:

ARTICULO 1º.- Define sé cómo política de Estado la integración física del territorio continental con su territorio insular de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

ARTICULO 2º.- Dispone se la continuación de la Ruta Nacional Nº 40 en el territorio de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

ARTICULO 3º.- El Poder Ejecutivo nacional, a través de la autoridad de aplicación, realizará el estudio de factibilidad, apertura de traza, demás estudios requeridos de la Ruta Nacional Nº 40 y su ejecución en el territorio de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. La misma comunicará las ciudades de Río Grande y Ushuaia.

ARTICULO 4º.- Establece se  la conexión marítima entre la provincia de Santa Cruz y la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, a través de buques porta rodantes.

ARTICULO 5º.- El Poder Ejecutivo nacional, a través de la autoridad de aplicación, realizará el estudio de factibilidad, demás estudios requeridos para la conexión marítima y su implementación entre los puntos operativamente más apropiados en orden a la menor distancia posible.

ARTICULO 6º.- Los estudios previstos en la presente ley se iniciarán en el plazo de SESENTA (60) días de su promulgación.

ARTICULO 7º.- Autoriza se al Poder Ejecutivo nacional a readecuar las partidas presupuestarias para cumplir con la presente ley.

ARTICULO 8º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Para este fin se destinaría parte del Fondo del Fideicomiso Austral creado por decreto presidencial 2680/10 y aprobado por la gobernadora Fabiana Ríos según el cual la provincia de Tierra del Fuego accedería a 35 millones de dólares provenientes de regalías petroleras off-shore.

A pesar de todo lo antedicho, la Ley 26776 nunca se implementó. En el 2018, ocho años después de la creación del Fideicomiso, seis años después de haberse dictado la Ley de Integración Territorial y a pesar de que los pobladores declararon el 31 de octubre como Día de la Integración Territorial, nada ha sucedido.

A modo de anécdota recuerdo la emotiva foto frente al estrecho de Magallanes de militantes de distintas organizaciones, entre ellas FEPOTRA ( Federación Popular del Transporte) culminando una marcha que unió Tolhuin y Ushuaia el 1 de noviembre del 2015 donde se hizo la mencionada declaración.

Hoy las esperanzas casi se han disipado, pues con el pedido del FMI de restringir la obra pública no es esperable que en una zona tan olvidada por los gobernantes por su escasa población se continúe con la Ruta 40 ni se establezca un servicio de transbordadores.

Pero más grave que todas las penurias es la sombra de los buitres que asolan nuestra amada Patagonia. La falta de interconexión, de servicios vitales como el transporte y fundamentalmente de trabajo, hacen que los pobladores deban irse y la desolación es un convite para hacer pata ancha en nuestro suelo.

Sobre este punto hemos venido informando en notas anteriores, cuando hablamos de los dueños de nuestra Patagonia y descubrimos nombres como Lewis, Bennetton, Tompkins o sus herederos y tantos figurones del ranking de riqueza de la Revista Forbes.

Hoy están en el gobierno nacional sus amigos y cómplices. Por eso volvemos a ratificar que La Soberanía está en peligro y esta Oveja es patagónica por eso alerta.