HAY CEREMONIA EN LA TORMENTA
25 de abril de 2019
Editorial semanal de Oveja Negra
Por Oveja Negra
El gobierno de Mauricio Macri está terminado. Mauricio Macri está terminado.
Como una operación quirúrgica y sincronizada, varios medios internacionales, que ofician de voceros de las corporaciones financieras globales, lo colocaron al borde del principio, a un paso de caer al vacío. El cipayismo de los medios hegemónicos locales, algunas semanas atrás manifestaban que parte de la agudización de la crisis económica respondía a las posibilidades, cada vez más reales, de que el peronismo, Cristina, vuelva a gobernar nuestro país. Hoy las miradas apuntan directamente a la impericia del equipo económico y la desorientación de un presidente que no tiene retorno.
La incapacidad para contener la crisis y poner un respirador artificial hasta octubre irrita profundamente a los paladines del periodismo que militaron la “revolución de la alegría” y la reconstrucción de los valores republicanos.
Nunca un presidente llegó a un año electoral tan cuestionado como Mauricio Macri: no solo está devaluado para los sectores liberal-progresistas del radicalismo, para la aliada de contención moral de la nación que se mantiene en vigilia con un combo diario de psicofármacos, sino que también son cada vez más los actores del pro que piden sacar el lastre para tener una posibilidad de volver a la carrera.
El cónclave en Casa Rosada de la comandancia cambiembista, que duró más de tres horas, transcurrió en dos planos: por un lado, convencer a Macri de que no solo ya que no puede ser candidato a Presidente, sino que no llega a octubre. Por el otro, evaluar las posibles salidas institucionales ante una probable eyección por los aires del primer mandatario.
Da la sensación de que los tiempos se aceleran: el capital financiero internacional prescinde de Macri y opera para sostener el modelo de saqueo. Los grupos económicos locales lo acompañan hasta la puerta del cementerio. Lo esencial de los precios llega hasta ahí.
Santa Fe, el próximo fin de semana. Córdoba en breve y la convención radical pueden convertirse en la estocada que augura la muerte política del principito.
Una vez más, el desafío está de este lado. El peronismo tiene una responsabilidad histórica con su Pueblo. Una oportunidad latente de volver a gobernar la Argentina y un desafío sustancial para convertirse en el vértice de un proyecto popular alternativo, que construya un nuevo ciclo de conquistas y felicidad colectiva. Para esto hay que poner en jaque el modelo económico de miseria planificada desde el día 1.
El martes 30 volverá a encontrarnos en una jornada de lucha que tiene como protagonista al movimiento obrero, a las organizaciones sociales y políticas y a los movimientos populares. Debemos pode construir la inteligencia común que nos permita arrinconar más velozmente al gobierno nacional y sus aliados. Debemos ser precisos en cada escenario, limando las asperezas y ordenando las contradicciones. Poniendo como objetivo estratégico que Macri no puede gobernar un minuto más.
Después de 3 años de dolor y sufrimiento para los sectores populares, después de tantos retrocesos, después de tanto cinismo e hipocresía, el horizonte tiene cara de mujer. Hay ceremonia en la tormenta.