ENTRE LA ESPADA DEL FMI Y LA PARED
23 de octubre de 2018
Nota editiorial del lunes 22 de octubre de 2018
Así está este gobierno de ceos que ha llegado al poder en diciembre de 2015 para instalar un modelo de brutal saqueo a nuestro Pueblo y aumentar el volumen de ganancias de las empresas que representan.
El sábado 20 de octubre, 800 mil trabajadores y trabajadoras se congregaron en la basílica de Luján para participar de una celebración y oración ecuménica pidiendo por paz, pan y trabajo para la Argentina. Otro acto de movilización masiva con gran contundencia y con un claro repudio a las políticas del gobierno que, seguramente, los medios hegemónicos de comunicación no te mostraron.
Un día antes de este multitudinario encuentro, con el cinismo que lo caracteriza, el Presidente de la Nación cerró en Mar del Plata la 54 edición del Coloquio de Idea, allí donde anualmente se reúnen “los dueños de todas las cosas” -como dijera alguna vez Rodolfo Walsh-. Este año, los empresarios y patrones agrícolas lo hicieron bajo la consigna “Soy yo y es ahora. El cambio cultural es urgente”. Y ahí estuvo Macri, caracterizando nuevamente la coyuntura que atravesamos los y las argentinas, cruzada por tormentas y problemas externos, machacando una y otra vez sobre los 70 años de historia desde la irrupción del peronismo en la Argentina, estigmatizando a dirigentes sociales, sindicales y comparando el “populismo” –como le dicen- con una “borrachera de la que te levantas con dolor de cabeza”. Claramente, para el Presidente parece que nada tienen que ver las medidas que toma en favor de un puñado de empresas que no hacen más que maximizar ganancias y la crisis, una vez más, se paga con el bolsillo del Pueblo.
Fiel muestra de esto, es el proyecto de presupuesto que ha enviado el ejecutivo al Congreso de la Nación, escrito en cada uno de sus puntos, a la medida de los requerimientos delineados por el Fondo Monetario Internacional. Un presupuesto de ajuste para jubilaciones y pensiones, salarios y asistencia social. Ya no se trata de miseria planificada, es más grave: la están presupuestando y están olvidando por completo que de decisiones como éstas, depende la vida de millones de argentinos y argentinas, especialmente aquellos más humildes. Están buscando convalidar políticamente en el Congreso una catástrofe social.
Los y las humildes de nuestra Patria están siendo condenados a ahogarse en la peor miseria y marginalidad y a la pérdida total de derechos.
En diciembre del año pasado fuimos testigos de la valentía que tuvo el Pueblo para salir a la calle a enfrentar el ajuste a nuestros viejos y viejas.
Cuando se discuta en la cámara baja el presupuesto, tendremos nuevamente la posibilidad de endurecer el cuero y de ir a plantarnos en contra de este programa de miseria, destrucción y hambre que el FMI nos está queriendo pasar por debajo de la puerta.
Una vez más, el movimiento obrero organizado, los movimientos sociales, los y las estudiantes, las pymes, las cooperativas de trabajo, las y los jubilados, las y los laburantes, la militancia en su conjunto ratificará el camino de fortalecer y crear mayores niveles de organización en las calles. Porque el gran desafío que tenemos como Pueblo, es arremangarnos, hermanarnos en la lucha para continuar construyendo certezas en un terreno plegado de incertidumbres y facilitar algún destello de luz, en tiempos oscuros.