Oveja Negra

EL POLACO


09 de marzo de 2021

Oveja Negra

La poesía, desde Rosario, en la palabra de Braian San Martín

Por Braian San Martin.

 

"Soy inmortal, como todos", me dijo. Pensaba que un hombre es todos los hombres. Por un momento somos Shakespeare, Lenin o incluso Marley.

Quizás, hoy pienso, tenía razón. ¿Somos algo más que circunstancia? ¿Quién es capaz de creerse imprescindible para la humanidad?

Unos buenos versos, alguna melodía, una revolución, una copa del mundo o ganar un master chef. Todo será destruido o, más implacable, olvidado.

Con este panorama, pensaran, ¿para qué vivir? ¿Por qué preocuparse?

Trabajar doce horas para poder sobrevivir no puede ser un gran estímulo, ¿no?

 

Pero él me preguntaba, el polaco, "¿y el amor? ¿Por qué te pensás que escribía Shakespeare o Lenin hacía una revolución? Por amor, pibe.

 

El mate y el banquito en la vereda, una mañana de verano.

No es necesario hablar, es más, no sería oportuno.

Puede ser que un tango sea el único capaz de romper ese silencio.

El recuerdo, quizás el mismo todos los días, es el refugio.

"Uno muere cuando lo olvidan, pibe, por eso, todos mis muertos vienen conmigo"

 

Si mañana, como ayer, el mundo se reduce a estas pocas cuadras y no sabemos si Pichuco tocaba para nosotros, o Borges nos escribía ese laberinto. Más allá, en el otro barrio, la misma incógnita.

Un hombre, todos los hombres. Las mismas preguntas, el mismo refugio.

 

 

Ayer, en el kiosco, le comentaba a Jorge, quién se dice dueño, los detalles de este camino filosófico. Intentaba que se sensibilizara ante tal crisis existencial.

Pero es imposible, estos capitalistas están a salvo de estas disputas.

Insistió en cobrarme lo que me había dado fiado, a pesar de ser todos los hombres.

De piola a piola, podría habérselo cobrado a alguien más productivo.

Argumento no le faltaba.

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