Por Heidi Raimondo.

La representación de las mujeres como funcionarias o en puesto de toma de decisión es fundamental para la igualdad de género, además de ser un derecho es de suma importancia para impulsar políticas públicas, leyes o cambios que impacten de manera positiva en la sociedad.

El pasado 28 de febrero de este 2021 se llevó a cabo en El Salvador las elecciones para diputados al PARLACEN, Asamblea Legislativa y concejos municipales. Un total de 5,389,017 ciudadanos y ciudadanas fueron habilitados para ejercer el sufragio, de este universo, el 53.4% conformado por mujeres.

Como en otros países de Latinoamérica, en el caso salvadoreño la presencia de mujeres dentro de la Asamblea Legislativa había observado una tendencia sostenida de crecimiento. Entre la elección del año 2000 y la de 2015 se registró un incremento de 22 puntos porcentuales, esto denoto pasar de tener 8 diputadas propietarias a lograr 27 escaños ocupados por mujeres. En 2015 se implementó por primera vez la cuota de género del 30% en la conformación de las planillas, la cual se encuentra en el artículo 38 de la Ley de Partidos Políticos, y fue aprobada el 14 de febrero de 2013. En 2018, después de la implementación de la cuota, las mujeres perdieron un escaño y solo lograron ganar 26 curules. Aun así, las mujeres lograron el 31% del total del Órgano Legislativo.

Sin embargo, la conformación de elementos del sistema electoral legislativo, desde 2015, incluye la lista abierta y el voto combinado con una fórmula de reparto proporcional. Por ende, dicho modelo no facilita la inclusión de candados que promuevan la participación de la mujer, si no que deja en la preferencia de cada votante la responsabilidad absoluta de elegir más candidatas. De allí el debate sobre una reforma del sistema de lista abierta, y su eliminación, ha sido primordial a la agenda por más representación de mujeres en El Salvador.

Por otra parte, la cuota se ha aplicado a dos procesos bajo las mismas reglas y sin embargo, ha producido resultados distintos en términos de la cantidad de mujeres electas como diputadas propietarias.

A pesar de aspectos como la reducida oferta partidaria de candidatas mujeres como diputadas propietarias, el uso de las suplencias como válvula de escape para cumplir el porcentaje de la cuota de género, la concepción que la cuota es un techo y no un piso y la falta de apoyo al interior de los partidos políticos para promover más candidaturas femeninas son factores que limitan claramente la inclusión de más mujeres.

Si bien los comicios del domingo pasado dieron al partido del presidente Bukele el control de la Asamblea Legislativa, cabe destacar algunos datos de la participación de las mujeres de acuerdo a los partidos con más candidatas en las listas han sido FMLN (31), GANA (29) y PDC (29) y los con menos candidatas VAMOS EL SALVADOR (10) y NUEVAS IDEAS (19).

A pesar de ello en estas elecciones 2021 el 36% de las candidaturas legislativas propietarias están ocupadas por mujeres, los hombres dominan con el 64%¹ . Estos porcentajes de distribución muestran un retroceso respecto a los datos de 2018. En el proceso anterior el 40% de las candidaturas propietarias fueron ocupadas por mujeres. El uso de las mujeres para llenar las candidaturas suplentes se refuerza medianamente en esta elección, ya que ocupan el 59% de las suplencias², un porcentaje que crece con relación al evento electoral pasado con un 54%.

De cara a las elecciones de 2024 el ímpetu no puede perderse, por lo que el Estado debe asumir su rol de facilitador de más mujeres en espacios de decisiones, mientras que los partidos políticos, al ser conductos para la representación, deberían fomentar la inclusión de más mujeres y por lo tanto las mujeres continuar su camino de empoderamiento, y demandar más espacios de poder.  

1^  LPG Datos, 2021

2^ LPG Datos, 2021