Te vamos a meter un rato en el túnel de la historia. Vale la pena, siempre, porque como nos enseñaba Rodolfo Walsh, han procurado que nuestro pueblo no tenga historia, ni héroes, ni mártires.

¿Te acordas de aquel Gran Capitán de la emancipación americana, que había nacido en Yapeyú y que regresó a su Patria con sueños de construir una revolución popular y democrática? De San Martín te hablamos, aquel que comprendió que el objetivo era ser libres y que lo demás no importaba nada.

Y que para eso, era necesario enfrentarse a los realistas, a las potencias extranjeras que querían poner América del Sur al servicio de sus intereses.

¿Te acordás de aquél petiso mal llevado, al que la historia liberal mitrista lo acusó de tirano, el que comprendió que la soberanía nacional se defendía enfrentándose a las potencias extranjeras?  Fue Rosas el que defendió en Vuelta de Obligado, en su batalla más épica, la integridad de una Nación cuyo comercio y finanzas querían ser saqueados por las potencias extranjeras.

Seguro también, te acordás de ese viejo obstinado y perseverante, que comprendió que no había forma de  forjar una independencia económica, si no impedía que la Argentina se sometiera al Fondo Monetario Internacional. Seguro te acordás, fueron los años más felices de nuestra historia.

Más fresco está el recuerdo de aquél flaco encorvado, que llegó desde nuestra Patagonia para  no dejar las convicciones en la puerta de la Casa Rosada. Fue el que comprendió que para reconstruir la Nación de las cenizas que había dejado el neoliberalismo, era necesario pegarle una patada en el culo al ALCA y cerrar con el ciclo de endeudamiento externo sistémico.

Seguro que si te acordás de ellos, también te debes acordar de Rivadavia, de Mitre, de la Baring Brothers, de Martínez de Hoz, de Videla, de Cavallo, de De la Rúa.

¿Entendés ahora porque es importante aquello que nos enseñaba Walsh?  Porque lo que quieren los saqueadores es que cada lucha empiece de nuevo, separada de las luchas anteriores, porque así la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.

Con doscientos años de historia en la mochila, nos enfrentamos una vez más al debate sobre la Deuda Externa. Los gerentes a cargo del Gobierno Nacional, repiten el trillado discurso de “salir del default” para correr a los Tribunales de Estados Unidos a pagarle billete por billete a una manga de mal nacidos que se enriquecen comprando en el sistema financiero bonos baratos y después extorsionan naciones enteras para enriquecerse.

En el camino, hambrean pueblos enteros. En el mundo los conocen como Fondos Buitres y en el altar de sus intereses, el Gobierno de Macri quiere entregar la soberanía nacional.

¿Te acordás te dijimos que el Gobierno ya se había definido? Bueno, son esto. Son el Mitrismo del Siglo XXI. Son los que sueñan con un país chico, al que le sobran provincias y gente,¿De y cuya economía y mercado sólo sirven, si están puestos en función de los intereses del extranjero. “Abrirnos al mundo” es el latiguillo con el que te chamuyan.

“Queremos alentar las inversiones” es el embuste para poder tocarnos el culo. Toda una impostura careta, los saqueadores que gobiernan el país le quieren abrir la puerta al resto de la banda. Para que aquella casa, que tanto le costó reconstruir a Néstor y Cristina, vuelva a ser cenizas del neoliberalismo.

Pero aquella casa es nuestra Patria. Y los que viven adentro, somos nosotros: el Pueblo. Y tenemos héroes y mártires. Y tenemos historia. Parece mentira que algunos fulanos, en éste rincón de la cancha, no puedan comprender aún, para que equipo jugar.

Quizás necesiten algún cachetazo que los despierte. Que les permita reflexionar. Como aquel entrañable personaje de Pepe Biondi, Pepe Galleta “el guapo en camiseta” al que le tenían que meter un sopapo para que se pudiera preguntar: “¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿dónde estoy?, ¿dónde me pongo?”

A ver si lo entienden, muchachos: Somos Peronistas, venimos de una década de conquistas populares con Néstor y Cristina y estamos discutiendo el futuro de nuestro Patria. ¿Dónde te vas a poner? Del lado del Pueblo, amigo.

Después no digas que no te avisamos, porque todo lo demás, es traición. Las cartas están sobre la mesa. Entonces vos, fijate de qué lado de la mecha te encontrás.

                                                                                Fernando Gomez

                                                                   Editorial Oveja Negra Radio