Por David Acuña

Cuando se acerca el 17 de octubre la fibra más sensible de cada peronista es tocada por los ecos de una gesta popular que logró ganarle la pulseada a varios generales dubitativos, a la propia oligarquía, a la Corte Suprema y, por si fuera poco, a la embajada yanqui. No era para menos, las bases obreras desbordando a las conducciones sindicales impusieron en cuestión de horas la libertad del coronel Juan Perón quien había sido detenido por aquellos temerosos de recostarse en el pueblo trabajador para profundizar las medidas de transformación iniciadas en 1943. Gracias a la irrupción obrera en la escena política, los cambios institucionales logrados hasta entonces serían catapultados a verdaderas transformaciones sociales. El peronismo nacía bajo una impronta obrera y con aires de Revolución.

Décadas después conmemoramos ese momento bajo el signo de la LEALTAD. Pero, ¿lealtad a qué?

No hay dudas en señalar que Juan Perón fue el arquitecto del mayor movimiento de masas de Occidente. Pero tampoco es menos cierto que para levantar una obra con cimientos y paredes fuertes el arquitecto no alcanza, hacen falta los obreros. Es por eso que el 17 de octubre debe ser interpretado en una doble dinámica de lealtad cruzada entre el líder que acepta dirigir sobre el pueblo que lo unge en dicha tarea. No hay uno sin el otro, no hay lealtad ciega, más bien hay que pensarla como un diálogo o como un abrazo. Las banderas de Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social sintetizan doctrinalmente lo que ese abrazo fundacional está expresando. De esta forma, la respuesta a qué es la Lealtad para el peronismo se contesta sola: la lealtad es a un proyecto político de liberación nacional y social encarnados en Juan Perón y Evita.

Hoy nuestra Patria transita momentos muy difíciles. Sudamérica tampoco está en su mejor momento. Pero la militancia nunca ha podido elegir el terreno donde se librará la lucha, es su tarea salir a enfrentar a la antipatria con las herramientas que dispone. Nuestra lucha no se libra por llegar a un lugar o se expresa tan solo en el presente, no es así. Somos hombres y mujeres del común que hemos aceptado la tarea de ser leales a la insurrección popular de aquel 17 de octubre del '45 y no claudicar hasta que el Patria sea tan libre como la soñamos.

De esto se trata la Lealtad, el Peronismo y la Revolución.