Oveja Negra

21F: La raíz del grito


22 de febrero de 2018

Oveja Negra

Por Julián Froidevaux *

 

21 de febrero es una fecha que quedará marcada en el calendario de la lucha política contra la restauración neoliberal que lleva adelante el Gobierno de Mauricio Macri y los gerentes de los grupos económicos que operan en la Argentina. También quedará marcada con una cruz roja en los días del círculo rojo. 


Luego de la victoria electoral de aquél mes de Octubre de 2017, Cambiemos y sus gerentes, planificaron vivir una luna de miel de negocios sin sobresaltos hasta las pascuas del 2018. 


Algo salió mal. Varias cosas salieron mal. Las desinteligencias de la dirigencia de la oposición más un tramo muy grande de una sociedad apática les indicaba el camino libre. Sin embargo desde la sanción interrumpida del paquete de ajuste, el termómetro cambió. La dinámica de la política cambió. Nos gustaría decir con claridad que las relaciones de fuerza han cambiado. Pero lo cierto es que si así fue, aun no alcanza. 


Una minoría privilegiada despliega una agenda de miseria planificada sobre las mayorías populares. Y todos los días remachan la hipoteca del futuro de varias generaciones de compatriotas. 


Este 21 de febrero es el epilogo de diciembre y el prólogo de marzo. Porque la lucha no es un acto, es un proceso. Se jalonan batallas. Derrotas y victorias. Batallas al fin. 


Batallas que se mueven al margen de voluntarismos militantes. Porque surgen batallas por fuera de toda posible planificación. Porque no existe ninguna fórmula ni algoritmo para predecir cómo sucederán los cambios sociales. 


Incluso podemos pensar que la variedad de frentes donde surjan esas batallas guardan cierta relación con la tan fragmentada sociedad de la que somos parte. Porque el surgimiento de un solo y gran frente de oposición al gobierno de los CEOS tiene el límite y el potencial de la diversidad social y cultural que componen nuestro hermoso país e incluso nuestra Patria Grande. 


No hay homogeneidad. Tampoco la habrá en términos absolutos. Sin embargo la diversidad se trastoca en unidad en la calle. Y desde allí empuja. Empuja a otros sectores y empuja a la dirigencia. El pueblo en su diversidad movilizado por sus derechos empuja a legisladores y jueces. Allí radica toda condición de posibilidad para que se modifiquen las relaciones de fuerzas. 


Allí sí. Las voluntades políticas organizadas son las que potencian y orientan las capacidades creadoras del pueblo. No son voluntades de grupos. Son interpretaciones e interpelaciones que orientan. No se imponen. Se riegan. 


Allí la raíz del grito crece y toma la forma de desborde democrático de la sociedad. Allí florece la ruptura de los dispositivos de dominación. Y empieza a tener lugar la posibilidad de que gente anteriormente apática se sienta empujada a participar. 


Quizás estemos por empezar a peregrinar ese tramo del camino. O puede ser que falte aun. Pero nuestra tarea política es aportar para generar las condiciones para que eso pase. Ese es nuestro horizonte más inmediato. El mismo que hay que ensanchar.

* Militante del peronismo entrerriano.

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